Maravillas de este siglo
09/08/2019 | 10:38
María Rosa Beltramo
Rebosante de prestigio, años e influencia, el diario The New York Times se vio recientemente en el centro de una áspera polémica cuando algunos de sus lectores le enmendaron la plana y obligaron al editor jefe a modificar el título principal de la portada, criticado por tibio y condescendiente. La medida no reconoce antecedentes y aunque el matutino intentó aplacar la discusión, es probable que continúe y pase a formar parte de los hechos que jalonaron la historia de un medio que ha acumulado premios, constituye un poder en sí mismo y es uno de los pocos que ha conseguido atravesar sin heridas importantes la irrupción del periodismo digital.
Lo ocurrido es sencillo, no así sus eventuales consecuencias. Durante el fin de semana dos tiroteos en El Paso (Texas) y Daytona (Ohio) dejaron 31 muertos y decenas de heridos. Con la fotografía de flores y banderas colocadas cerca del sitio de la primera de esas masacres, NYT tituló "Trump insta a la unidad contra el racismo", pero una hora más tarde y con Twitter ardiendo de quejas salió una nueva edición y esta vez optaron por "Atacar el odio, pero no las armas", en alusión a la frase de Donald Trump que había sostenido que el problema no eran las armas sino la salud mental de quienes las usaban en contra de sus propios conciudadanos.
Aparentemente favorecido por el trato que le dispensó el diario que él no vacila en considerar parte de la oposición, el presidente norteamericano lo criticó, sin embargo, asegurando que el cambio en el titular era consecuencia de que los lectores de izquierda habían enloquecido. “Titulares como este ignoran todo el contexto de las acciones de # Trump y sus comentarios pasados, hacen que de repente se vea presidencial", tuiteó Jerry Lanson, profesor emérito de periodismo en el Emerson College . "El Times debería saberlo mejor".
El diario intentó zafar con una explicación breve, en la que puso el acento en la calidad de la cobertura. ”Estamos muy orgullosos del gran trabajo que nuestros reporteros y editores han realizado en los tiroteos masivos del fin de semana pasado, y en el Sr. Trump y la raza. Pero estamos de acuerdo en que los titulares son extremadamente importantes, y en este caso, deberíamos haberlo hecho mejor”.
Lo cierto es que los lectores del Times se sintieron profundamente decepcionados porque, en sintonía con la línea editorial, esperaban que se estableciera una conexión automática entre el racista que buscaba mexicanos para matar y las alusiones permanentes del Presidente a los inmigrantes percibidos como un problema. Además de la dichosa promesa/amenaza del muro, esa suerte de idea fuerza sobre la que ha edificado su ascenso a la Casa Blanca y con la que insiste para permanecer allí por otros 4 años.
Sin embargo, tres días después de los ataques, Trump reapareció con un discurso casi increíble. Inesperadamente se manifestó "indignado y asqueado" y llamó a luchar "con una sola voz contra el racismo, el fanatismo y el supremacismo blanco", conceptos que resultan extraños a su postura habitual.
Fundado en 1851, el NYT tiene en sus vitrinas 125 Pulitzer, el galardón que los norteamericanos usan para destacar las mejores piezas periodísticas. El prestigio del diario le ha permitido salir airoso de volantazos editoriales, errores de interpretación y hasta burdas mentiras, impropias de una estructura informativa sólida y probada. No hay que olvidarse que hace poco tuvo que pedir disculpas porque Jayson Blair, uno de sus periodistas estrella, había falseado casi todas sus notas para hacerlas más espectaculares.
El episodio quedó como una mancha, que con el tiempo tiende a esfumarse. En cambio, nadie sabe cómo y por cuánto tiempo permanecerá en la memoria de los lectores, el enojo por el título de la edición del lunes 5 de agosto de 2019.