La Festichola tiene lugar una vez al mes en el bar Pétalos
La Bailadera tiene lugar una vez al mes en el Centro Cultural Graciela Carena

Diversión y ocio

Ejercer el derecho al disfrute y salir de los espacios terapéuticos

15/05/2024 | 07:13

La Bailadera y La Festichola son dos fiestas para personas con discapacidad que tienen lugar en Córdoba una vez al mes. En ellas los jóvenes bailan, hacen amigos y comparten con sus pares.

Redacción Cadena 3

María Arrieta

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Ejercer el derecho al disfrute y salir de los espacios terapéuticos

La Bailadera y La Festichola son dos fiestas para personas con discapacidad que tienen lugar en Córdoba una vez al mes, con el objetivo de generar espacios de ocio y diversión.

La primera se lleva a cabo desde hace más de quince años en el Centro Cultural Graciela Carena, en Alvear 157; y la segunda en el bar Pétalos de Sol en Marcelo T. de Alvear 396.

Ambas propuestas, de manera independiente, surgieron gracias a la predisposición de acompañantes terapéuticos que vieron la necesidad de crear estos lugares en la ciudad.

La Bailadera

Esta propuesta de recreación para personas con discapacidad surgió en el año 2012 como parte de un proyecto más general cuyo objetivo era brindar talleres artísticos recreativos y terapéuticos, cuyo destino principalmente eran las personas en situación de discapacidad en la ciudad de Córdoba.

Apunta a mejorar su calidad de vida y el disfrute del colectivo, promoviendo la autonomía.

En su organización trabajan profesionales del área de la educación, la salud, y el arte, quienes son los encargados de brindar un acompañamiento responsable, respetuoso de quienes concurren al lugar.

La Bailadera se realiza en el Centro Cultural Graciela Carena (Foto: @bailadera2024)

El formato es boliche y matiné, y se lleva a cabo los primeros sábados de cada mes, de 15 a 18.30 horas.

Allí asisten jóvenes a partir de los 16 años. Pueden ir solos o acompañados por un familiar o un acompañante terapéutico dependiendo de su nivel de autonomía.

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La Festichola

Es un espacio de recreación bailable, donde los chicos se divierten, hacen amigos, sociabilizan y ejercen el derecho al disfrute.

Es organizada por Joaquín González, acompañante terapéutico, a quien le surgió la necesidad de crear un espacio accesible para disfrutar.

Tiene un formato de estilo matiné y se lleva a cabo los segundos domingos de cada mes en el Bar Pétalos de 14.30 a 18 horas.

Además de los chicos, a veces asisten los padres, los tíos o los abuelos, quienes tienen un sector para tomar mate.

“En la Festichola lo que se hace es ir a divertirse, se hacen sorteo de premios, se festejan cumpleaños”, indicó Joaquín a Diversidad.

Además, también organizan sorteos, hubo propuestas de compromisos e incluso se formaron parejas.

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Por qué son importantes estos lugares

La existencia de espacios como La Bailadera y La Festichola son importantes porque generan vínculos, permiten la diversión y el ocio en lugares accesibles.

En ambos espacios se tiene en cuenta el nivel de volumen de la música, la intensidad de las luces, la accesibilidad de los baños y de la pista de baile.

“Estos lugares son importantes porque los saca de la rutina, de esto que para ellos es una carga. Tienen que ir a terapia, a natación a la fisio y toda su vida es como estar pendientes y dominados de la condición que les ha tocado. Acá no hay chico que no se baje de la silla de ruedas y baile”, destacó Joaquín a Diversidad.

Foto de la última Festichola (Foto: @lafestichola.cba)

La posibilidad de que tengan un lugar para el ocio les permite salir del centro de día donde hacen sus labores. “Es un bar con luces, con humo, van al boliche para bailar y divertirse”, remarcó.

“El ocio hace al equilibrio y a la conducta de integrarlos, saben que tienen su espacio de terapia y su espacio de aprendizaje integrado, pero tienen que saber que hay espacios de tránsito comunes y corrientes, donde también son bienvenidos”, indicó.

Por su parte Bárbara Kohan, acompañante terapéutica y una de las organizadoras de La Bailadera destaca la posibilidad que ofrecen estos sitios de generar vínculos humanos saludables y promover el habitar espacios culturales preexistentes.

Fiesta de sombreros en la última Bailadera (Foto: @bailadera2024)

“Se plantea como nuevo paradigma abordar la discapacidad desde un modelo social y entre otras cosas promover la participación de personas con discapacidad en la vida civil, política, económica, social y cultural de todos los países”, manifestó.

“No hay muchos espacios donde las personas con discapacidad puedan ejercer el derecho al disfrute en un ámbito adaptado a sus necesidades”, remarcó.

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Salir de la terapia

Tanto Bárbara como Joaquín coinciden en que la mayoría de las personas con discapacidad transcurren gran parte de su vida dentro de instituciones altamente especializadas o en terapia y justamente estos sitios brindan la posibilidad de vincularse entre pares, pero desde otro sector.

“Es un espacio pensado para su disfrute”, resaltó.

La Festichola y La Bailadera tienen sus habitués. Hay jóvenes que no se quieren perder estas fiestas y esperan con ansias el próximo encuentro.

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