El agua como terapia: nadar para sanar

Zoe tiene dermatomiositis juvenil: una enfermedad autoinmune. Entre tantos síntomas este diagnóstico involucra debilidad muscular, inflamación en los vasos sanguíneos, dolor muscular y erupción en la piel.

La diagnosticaron a los tres años, el agua ayudó a recuperar su movilidad y fuerza muscular. Junto a Lucina, una mamá incondicional encontraron en la natación una alternativa muy sanadora para su recuperación.

Florencia Fiorini su profesora de natación es además acompañante terapéutica por lo que realiza un trabajo integral con Zoe en el agua desde muy chica. Firoini fusionó estas dos pasiones, trabaja con niños con discapacidad en grupos y dando clases particulares.

Juntas son una dupla imparable, Zoe logró recuperar su movilidad, adquirió nuevamente fuerza muscular ya que había perdido la capacidad de caminar y maneja en el agua todos los estilos.

En este episodio de Diversidad te contamos la cantidad de beneficios que tiene el agua cuando la utilizamos como aliada a la hora de complementar un tratamiento.

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