Opinión
02/11/2019 | 10:02 |
Dracu Gómez
Así es Japón, por donde uno quiera mirarlo, infraestructura, cultura, respeto, trabajo. Un país de avanzada, de futuro, en algunos puntos de utopía. Japón es un lugar para visitar, observar y aprender.
Así fue este mundial, por habernos dado partidos de altísimo vuelo como el de All Blacks versus Inglaterra en donde la velocidad y el dinamismo fueron los protagonistas.
Así fue la despedida de muchos neozelandeses que no jugarán más para su seleccionado, habiendo sido los mejores del mundo por años. Gracias Kieran Read, Steve Hansen, Sony Bill Williams y compañía.
Así fue lo que ofreció Eddie Jones y el equipo inglés que ofreció algo distinto a lo que venía haciendo, sumó a jugadores como Young, Curry, Ower quienes pasarán a ser los referentes de lo que viene. Inglaterra fue el mejor hasta que se encontró con Sudáfrica. A pesar de la derrota en la final, lo de Inglaterra fue evolución pura.
Así fue esta tremenda final en donde desde el minuto uno nos tuvo al borde del sillón. Desde el minuto uno Los Bocks se hicieron dueños del juego. Ganaron el 100% de los line outs, complicaron todos los scrums y tuvieron en Pollard muchísima efectividad. El tackle y la presión fueron sus armas, hasta que encontraron espacios para que Mapimpi y Kolby marquen los dos tries después que Inglaterra ya estaba desarmado. La postal de Kolisi, primer capitán negro en Sudáfrica, levantando la copa es mucho más que una foto.
Así fue la entrega de premios en donde los ingleses agradecieron al público japonés que llenó todos los estadios en todos los partidos.
El rugby es un deporte escuela, enseña a cada minuto. Nosotros aprendimos y mucho. Gracias por ayudarnos a vivir un mundial Impresionante e increíble.