Agro
29/03/2012 | 16:07 | El arroz es el más complejo de los cultivos: demanda tecnologías y conocimientos precisos en todas sus etapas. Hernán Ferrari y Ramón Hidalgo, docentes de Admite Arroz, anunciaron nuevos conocimientos que pueden mejorar la productividad.
“No cualquiera se anima a hacer arroz”, manifestó Hernán Ferrari, investigador del Grupo de Experimentación Adaptativa del INTA Concepción del Uruguay. Con él concuerda Ramón Hidalgo, especialista de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE): “Es un cultivo que tiene su complejidad”. Ambos estarán a cargo, junto a otros docentes, de las primeras jornadas de entrenamiento en maquinaria agrícola Admite dedicadas íntegramente al cultivo del arroz.
El encuentro Admite Arroz, organizado por Ferias y Exposiciones Argentinas S.A., se realizará del 23 al 27 de abril próximos, y tendrá lugar en las instalaciones del INTA Concepción del Uruguay, en Entre Ríos. Impulsada con el apoyo de la Fundación PROARROZ –que nuclea a todos los eslabones de la cadena arrocera– la primera jornada Admite del año permitirá a los participantes trabajar en cada uno de los desafíos técnicos que presenta la producción de este cultivo. Los temas a tratar van desde la sistematización del terreno, la siembra y la pulverización, hasta la cosecha y el embolsado.
“El cultivo de arroz tiene bastantes particularidades, porque se prepara, se siembra y se cosecha de forma muy diferente al resto de los cultivos más convencionales”, afirmó Ferrari. “Además, el productor invierte mucho dinero. Todo indica que lo hace por cultura y herencia y que lo toma como un cultivo relativamente estable, porque no depende de las lluvias, ya que el agua se aporta en forma artificial”, agregó.
Por otro lado, según Hidalgo, “comparándolo con otros cultivos, el arroz permite tener un alto porcentaje de mano de obra ocupada y por ende, los resultados económicos de esa producción quedan en las distintas localidades en donde se produce”.
Estos trabajadores del arroz son en general personas entrenadas en distintos procesos del cultivo: “Se necesita un personal especializado en la preparación del suelo, que se dedique a nivelarlo con equipos láser, arados taiperos, carreteles, etcétera. Para este proceso, estamos hablando de tres o cuatro personas. El trabajo de los operarios que realizan la siembra y la cosecha también es bastante específico, porque la sembradora de arroz es muy diferente al resto y las cosechadoras son chicas, por lo que aquél que las utiliza aquí, difícilmente se vaya a competir a otras provincias por fuera del área arrocera”, detalló Ferrari.
Novedades en maquinaria
Las dificultades que ofrece el cultivo impulsan a los fabricantes de maquinaria a desarrollar innovaciones que permitan una labor más eficiente y optimizar los resultados.
“Entre las últimas novedades figuran los distintos tipos de arados taiperos, que en la actualidad surgen de la búsqueda de una taipa baja, de una altura tope para la cresta de 12 cm, contrastando con años anteriores, que era de 17 cm, lo que generaba problemas para la siembra”, contó Hidalgo. “Por otro lado aparecen las fertilizaciones de pre-riego, que se vienen realizando hace muchos años con distintas innovaciones desde el punto de vista de las fertilizadoras, que necesariamente deben poseer un sistema denominado balancín, para poder cruzar las taipas haciendo un copiado perfecto del terreno, y no causar daños a la estructura de la máquina”, agregó.
Respecto a la cosecha, según Ferrari, “se están implementando sistemas axiales de alta tecnología implementados específicamente para el arroz, pues a diferencia de otros cultivos, al momento de su cosecha el arroz está verde, es abrasivo y muy difícil de trillar”.
“A mi gusto, los sistemas híbridos, que tienen cilindros de trilla transversales y un sacapajas o separador centrífugo rotativo axial, son las mejores máquinas que existen en la actualidad y están funcionando realmente muy bien”, opinó el especialista. “Esta es tecnología de punta a nivel mundial, son las mismas cosechadoras que se están utilizando en Alemania y los Estados Unidos y nosotros las tenemos trabajando acá, y con desarrollos nacionales también”, añadió.
Por último, entre las novedades, Hidalgo señaló la agricultura de precisión y la electrónica, que permiten “realizar un mapeo de rendimientos para que a posteriori se puedan manejar dosis variables en distintas situaciones de los lotes, tanto en semillas y fertilizantes como en agroquímicos. Esto permite un ahorro importante en semillas y optimiza la eficiencia de la producción, ayudando a la sustentabilidad del sector”.
“Estamos muy bien en el tema tecnológico”, enfatizó Ferrari, y agregó que “deberíamos implementar más profundamente el tema de mantenimiento, cuidado y regulación en la máquina, y con eso lograríamos ser muy eficientes”.