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11/01/2012 | 06:27 | El lunes, el motociclista francés quedó atrapado sin poder sacar su máquina. El portugués Gonçalves, a quien le pasó lo mismo, lo auxilió. Pero el galo se marchó; encima, le anularon la demora. El español Coma, que evitó el barro, se indignó.
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El egoísmo y la solidaridad, las dos caras del Dakar (Análisis en la ''Gala del Dakar'')
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El motociclista francés Cyril Despres tuvo una actitud miserable el lunes en la octava etapa del Rally Dakar, que se disputó en el norte de Chile entre Copiapó y Antofagasta.
En uno de los tramos iniciales de la carrera, el piloto galo quedó atrapado en un lodazal y no podía sacar su máquina del barro.
En ese momento, el portugués Paulo Gonçalves, a quien le había sucedido lo mismo, lo ayudó a levantar su motocicleta y a salir de ese terreno fangoso.
La sorpresa fue enorme: el francés subió a su rodado y se marchó, sin retribuir el gesto que el lusitano había tenido con él.
Además, tras las quejas de Despres, la organización decidió anular el tiempo de demora a todos los pilotos que sufrieron el mismo percance.
Esto indignó a Coma, que hábilmente había logrado esquivar el lodazal. Tan enojado estaba el catalán, que hasta amagó con abandonar la carrera.
Al ser abordado por la prensa, Despres agradeció la ayuda del portugués y afirmó que no le dio una mano su colega porque está peleando el título y no podía detenerse.