La muerte de Néstor Kirchner
29/10/2010 | 06:57 | "Una cosa es ser respetuoso del dolor de los hijos y la mujer y la gente que lo reivindica, pero otra cosa es que mañana se muera el gordo Valor y haya que decir que el gordo Valor era un santo", dijo el piquetero.
El titular del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) sostuvo que Néstor Kirchner "ha herido a tanta gente, ha hecho sufrir a tantos, humillado a tantos, que está inmensamente lejos de ser canonizado".
"Una cosa es ser respetuoso del dolor de los hijos y la mujer y la gente que lo reivindica, pero otra cosa es que mañana se muera el gordo Valor y que como no se debe hablar mal de los muertos se diga que hay que decir que el gordo Valor era un santo", sostuvo Castells.
El dirigente social recordó que Juan Domingo Perón "se fue con el 70 u 80 por ciento de apoyo de la población y con un respeto sagrado de los adversarios, por eso la frase de Balbín en ese momento, 'un viejo adversario viene a despedir un amigo', esta vez no va a estar porque este hombre (Kirchner) no respetaba a ningún adversario".
En declaraciones radiales, Castells aseguró que "siete u ocho de cada diez personas han sentido rechazo por este hombre", al tiempo que recordó que sufrió "represalias" por no aceptar cargos en el Gobierno durante la presidencia de Kirchner.
Por otro lado, Castells evaluó que si el vicepresidente Julio Cobos, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, o el ex presidente Eduardo Duhalde fueran a Casa Rosada a despedir los restos de Kirchner podría haber "ataques hasta físicos contra ellos, porque en la lógica que ellos se manejaban era así".
En este sentido, aseguró que el ex presidente lo llamó por teléfono dos veces para ofrecerle "cargos en el Ministerio de Desarrollo" y que, tras negarse, sufrió "quemaduras" en su cuerpo a pocos metros de un cordón policial.
Además, el dirigente social le apuntó a la oposición por considerar que tuvo "una actitud de mucha falsedad" y a modo de recomendación, agregó: "Si no querés ofender a los demás quedate callado".
"Empecé a escuchar durante todo el día los llantos de cocodrilo de gente que yo he hablado personalmente con ellos y que sentían desprecio y hasta odio por Kirchner, lloriqueando ahí, empezando por el vicepresidente", disparó Castells.
En esta línea, el dirigente afirmó que hasta el miércoles no aceptó dar ninguna nota a la prensa por "respeto al dolor de los que quedan" pero que lo hizo al ver la posición tomada por el arco opositor y sostuvo que la parecía "desvergonzado tanta indignidad y tanta cobardía".