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"Con el aval del uno": comenzó el juicio por la evasión de Piñero en 2021

29/04/2024 | 14:54

Entre los fugados estaba Claudio "Morocho" Mansilla, quien sería condenado días después a 25 años de prisión por un doble homicidio. Un ladrón de bancos habría sido quien ideó el golpe. 

Redacción Cadena 3 Rosario

Francisco Castro Cufré

“Se cruzó un límite, el primero de muchos otros”. Con esas palabras definió el fiscal Franco Carbone la cinematográfica fuga de ocho internos de la cárcel de Piñero ocurrida el domingo 27 de junio de 2021. Esa tarde, Franco Ezequiel Cantero, Rodrigo Leonel Gramajo y Walter Ezequiel Soraire, quien perdería la vida en el ataque, ingresaron a la unidad penitenciaria cortando los alambrados perimetrales con una amoladora y se tirotearon con los centinelas para lograr el escape de los detenidos, entre los que se encontraba Claudio “Morocho” Mansilla.

En aquel entonces Mansilla esperaba por un juicio que se realizaría días más tarde por un doble homicidio. También conocido como “el uno” de su pabellón, era la persona a sacar de Piñero ese fatídico día en el que se verían vulneradas las defensas de la cárcel.

En la audiencia de apertura del juicio oral contra los ocho evadidos de Piñero -Daniel David Piscione, Claudio Javier Mansilla, Ezequiel Rodolfo Romero, Martin Alejandro Cartelli, Joel Isaias Rojas, Sergio Martin Cañete, Alejandro Andrés Candia y Antonio Alejandro Smischmittlein- y otras tres personas que los ayudaron a escapar, Carbone marcó que “esa tarde la realidad superó la ficción” y recordó el estado de “shock” que vivió la región con los delincuentes en las calles. Sin embargo, para que comenzara la audiencia se debió esperar casi una hora, porque "Morocho" se negaba a apersonarse frente a las cámaras de la sala de videoconferencias de la cárcel de Marcos Paz, donde se encuentra alojado hoy.

Por el escape y la teoría de que todos tuvieron acceso a las armas de fuego con las que se llevó a cabo el atentado, Carbone solicitó penas que van de los 11 a los 26 años, con la posibilidad de unificarse a otras.

Si bien el ataque se dio el 27 de junio de 2021, la Fiscalía afirmó ante el tribunal pluripersonal de juicio compuesto por los jueces de primera instancia Fernando Sosa, Silvana Lamas e Ismael Manfrin, que el hecho se venía planeando desde mucho tiempo atrás. Sergio Cañete, condenado por robos a bancos en 2018, contaba con la banca de Mansilla a la hora de poner su cabeza a trabajar para lograr la planificación perfecta para el escape.

De ese modo, se comunicó con su pareja, Magali Fernández, y Franco Cantero, para que se encargaran de buscar a las personas y las herramientas necesarias para dar el golpe. Todo, con el apoyo logístico de “Morocho”.

Con los roles establecidos y el momento justo para atacar, ese domingo pasadas las 17:10 horas, un hombre apodado “Guachín”, que hasta el momento no fue identificado, Cantero, Gramajo y Soraire, llegaron por un camino lateral a la Unidad Penitenciaria Nº11 y estacionaron en un Peugeot 3008. Mientras “Guachín” esperaba en el coche, los otros tres bajaron y con una amoladora cortaron los tejidos perimetrales de la cárcel. En tanto, los detenidos del Pabellón 13 del Módulo D, que lideraba Mansilla, comenzaron un tumulto que distrajo la atención de los centinelas.

Lo que continuaría en la secuencia sería un tiroteo con armas de fuego de alto calibre entre los tres delincuentes que ingresaron y los gariteros, hecho que terminaría con la vida de Soraire. Al mismo tiempo, los presos rompían el alambrado de su patio y salían por uno de los caminos hacia el lugar donde habían entrado sus compañeros de banda, dejando a su paso el cadáver sin vida de Soraire y el arma que portaba. “Dejaron tirada una persona como si fuera una bolsa de papas”, indicó Carbone en su exposición.

“Para estos acusados no les va a salir gratis fugarse. Vamos a probar que todos se subieron al Peugeot 3008 y tuvieron disposición de las armas de fuego en condiciones de uso”, continuó el representante del Ministerio Público de la Acusación. Ese eje será clave a demostrar por parte de la Fiscalía, con el objetivo de revertir las bajas penas que comprenden la evasión de una cárcel.

Una vez en el interior del coche que conducía “Guachín”, los internos escaparon por un camino rural. En esas circunstancias se les atribuye haber portado conjunta e ilegítimamente, dos pistolas calibre 9mm, una pistola calibre 9 mm. marca Bersa Thunder, una pistola calibre .380 mm. y una pistola calibre 11.25 mm.

Cañete y Rojas, abandonaron ese vehículo en la Ruta Provincial 14 a la altura del kilómetro 3.6, y continuaron su huida en el baúl de un Honda Civic azul oscuro, conducido por Elisa Magdalena Álvarez y Canteros en el asiento del acompañante. A su paso, dejarían “miguelitos” para evitar ser perseguidos. No obstante, la suerte le tendría preparado un trago amargo al ideólogo del escape.

Pasada la medianoche, a la altura de Soldini, el Honda Civic se topó con un control policial y lejos de detenerse, comenzó un escape a toda velocidad que terminaría en Pérez con los agentes descubriendo en el maletero del auto a Cañete y Rojas, junto con tres armas de fuego. Al segundo de ellos también le daría positivo un dermotest en una de sus manos, lo cual indicaría que abrió fuego al menos una vez.

“Todos sabían que tenían que hacer, cuál era su función. Encontramos el detalle en los celulares”, subrayó Carbone ante la atenta mirada de los tres abogados defensores, quienes luego rechazarían parte de lo expuesto por el fiscal.

El tercero en ser recapturado fue Antonio Alejandro Schmittlein, 15 horas más tarde, en un camino rural que se extiende entre las localidades de Carmen y Venado Tuerto, a unos 140 kilómetros de la localidad de Piñero. Dos días después, y luego de ser allanadas su vivienda y las de su círculo íntimo se presentaría Ezequiel Romero en una dependencia policial acompañado por su abogado.

Alejandro Candia fue descubierto el 12 de julio en una vivienda de Villa Moreno, luego de la denuncia de vecinos y una investigación que iba tras sus pasos. En tanto, Daniel David Piscione fue recapturado el 17 de agosto, cuando cayó herido en un hospital y dio un nombre falso. Martín Alejandro Cartelli, quien registra múltiples condenas bajo distintos nombres como Sbaffo o Acevedo, fue descubierto el 20 de agosto en una pensión de Ramallo.

Finalmente, el último en caer fue la persona por la cual se orquestó el escape: Claudio “Morocho” Mansilla. Casi un año después de la evasión, el 14 de junio de 2022, en “Zona Cero”, en el noroeste de Rosario. Junto a él había un arsenal de armas y estupefacientes.

Carbone subrayó el costó que tuvo la evasión para el Estado y recordó: “Estamos hablando de la fuga más importante de la historia de Santa Fe”. En la misma línea, marcó que el hecho “cruzó un límite, el primero de muchos otros”. Y concluyó: “Un antes y un después de la criminalidad”.

Por su parte, las defensas cuestionaron el pedido máximo de las penas. En el caso de Álvarez, la mujer que manejaba el Honda Civic, apuntaron que mal podría haber tenido pleno acceso a las armas de fuego si estas se encontraban en el baúl junto a Rojas y Cañete.

Por otro lado, expresaron que “nadie sabía lo que iba a suceder” el domingo de la evasión. Y apuntaron que durante el juicio se podrán apreciar los problemas de seguridad que tenía la Unidad Penitenciaria.

Por Francisco C. Cufré

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