Mercado laboral
14/12/2022 | 13:59
Redacción Cadena 3 Rosario
Agustín Dadamio
Uno de los momentos determinantes a la hora de aplicar para quedar en un puesto laboral es el dinero que el aspirante quiere ganar. Sin embargo, existe una carrera en la que actualmente los empleadores están dispuestos a pagar lo que el profesional desee, por la falta de empleadas y empleados disponibles en un mercado laboral que tiene una suerte de “estrella” cada vez más consolidada.
En primer lugar, a la par de la inflación creció la pretensión salarial de las y los trabajadores. De acuerdo con el último Index del Mercado Laboral de la bolsa de trabajo Bumeran, el salario pretendido subió 6,9 por ciento mensual en octubre y acumula un incremento anual del 74,4 por ciento. En el décimo mes del año, los trabajadores promedio aspiraron a un sueldo de 175.833 pesos.
“Según el seniority del puesto, el sueldo promedio de las posiciones de jefe y supervisor alcanzó los 279.072 pesos por mes, en las categorías senior y semi senior los 175.455 pesos por mes, y en los niveles junior los 119.561 pesos por mes. Esto significa aumentos acumulados de 77,7, 74,5 y 70,1 por ciento durante el 2022”, destaca el estudio.
La profesión más buscada y la estrella del mercado
La ecuación es simple: si hay poca oferta para aplicar a un puesto laboral, los empleadores están dispuestos a pagarle más al profesional que reúna las condiciones para ser contratado. Actualmente, quienes están en condiciones de exigir buenos sueldos son los ingenieros mecánicos.
Ariel Arcidiacono, Head of KA Sales de Jobint, asegura que se trata de “una posición muy demandada” y afirma que “hay cada vez menos personas que estudian eso y son altamente requeridas”. “Al haber poca oferta de candidatos, la empresa decide pagar lo que el aspirante al puesto pretende”, resalta.
Y, en paralelo, destaca: “Hay áreas que crecen y crecen a nivel de publicación de avisos. Una es la de Administración y Finanzas, que respecto del año pasado tuvo un 115 por ciento más de avisos. Hay una categoría que se llama Otros, en la que incluimos Turismo, Gastronomía, Salud y Farmacia. Eso tuvo un incremento de ofertas de compañías del 113 por ciento”.
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El crecimiento de la demanda laboral alcanza y cada vez con mayor fuerza a todo lo relacionado con el mundo online. Junto con el sector logístico, son dos ámbitos que están de para bienes en un mercado laboral que suma pocas opciones, pero ofrece algunas variantes.
“La vedette del mercado es el mundo IT (Tecnología de la Información). Allí hay pleno empleo y trabajos que se hacen desde Argentina para el exterior. Se trabaja mucho por proyectos y no por salario. Toda esa industria ha crecido mucho”, asevera el vocero de Bumeran.
Además, si el dinero pone “el mundo a andar”, las carreras informáticas seducen desde varias aristas. “Durante el mes de octubre los salarios promedio más altos son los de Sistemas, con 554.167 pesos por mes para las posiciones de jefe y supervisor, e Ingeniería Mecánica, con 351.875 pesos por mes para los niveles senior y semi senior, y con 240.143 pesos por mes para el segmento junior”, detalla el informe.
El círculo cerrado del mercado laboral
“El mundo laboral cambió, definitivamente”. Esa es la visión de Arcidiacono, que ve como mes a mes algunos puestos de trabajo son más o menos requeridos y como profesionales de distintos sectores valoran su fuerza laboral mediante el salario que pretenden cobrar a fin de mes.
Entre esas particularidades de lo cotidiano asoma una realidad esquiva para algunos y no tan mala para otros: el círculo cerrado del mercado laboral. Así lo explica el especialista: “En Argentina no hay mucha generación de nuevo empleo, pero si hay muchísima rotación. Hay gente que pospandemia entendió que puede buscar un trabajo diferente al que tiene”.
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Y, lógicamente, no se trata solo de vocación. “Muchas personas decidieron volcarse por carreras que hace años no existían. El salario empuja a tomar este tipo de decisiones”, comenta quien ve un escenario a 10 o 12 años con una reformulación del mercado de trabajo, que ya empieza a notarse en las grandes urbes.
“En muchas ciudades grandes como Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán, hay mucha gente que hace una carrera complementaria, cursos cortos, carreras breves, y se especializan en algo”, precisa.
El dilema del estudiante: ¿Vocación o seguridad económica?
Con el salario pretendido como parámetro, hay varias carreras que asoman como potables si el deseo de quien comienza el trayecto universitario es garantizarse un buen pasar a futuro. Si el objetivo es asegurarse un porvenir con oportunidades, también hay trayectos y “carreras estrellas” que lo prometen.
Ahora bien, a pesar de los indicadores que ofrece el mundo laboral y aunque asoman nuevas tendencias, las carreras tradicionales se llevan año tras año a la mayoría de los estudiantes primerizos.
“Hay un boletín estadístico de 2021 que toma los últimos 10 años. Las que tienen más estudiantes y egresados son las facultades más clásicas o históricas, como Ciencias Médicas, Económicas o Derecho. Son las más tradicionales y las que quizá tienen mayor salida laboral”, sostiene Julián Zanon, titular de la Dirección de Graduados de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
No obstante, en ese “quizá” subyace una realidad que se impone. “Hay más graduados en Ingeniería y nuevas carreras. Hubo muchos inscriptos en lo que es Inteligencia Artificial, que más que un tema del futuro es del presente. Se notó el interés del estudiantado seguramente pensando en salida laboral, en la que seguramente sea una profesión demandada a futuro”.
Por eso, Zanon cree que “la obligación de la universidad es pensar en carreras de acá a 20 años”, en pos de satisfacer las necesidades de un mercado laboral que ofrece oportunidades, pero también marca sus límites.
Para medir la trazabilidad de lo que sucede con los graduados a la hora de insertarse en el mercado laboral, la UNR cuenta un mapa que da referencia geográfica. A su vez, la universidad busca sumar datos a través de una encuesta obligatoria para graduados, con la que apuesta a tener certezas sobre el día después de los estudiantes que finalizan cada carrera.
Mientras avanza en esa línea, la casa de altos estudios atraviesa una etapa de recuperación de la cantidad de graduados, tras un pico negativo en un 2020 marcado por la pandemia de coronavirus.
Seguramente en un tiempo podrá medirse el impacto del virus en las aulas y también observar si el mercado laboral y sus posibilidades se imponen sobre las decisiones y la vocación de los estudiantes, o si ambos componentes se unen y logran equilibrarse para satisfacer todas las demandas de un mercado que seduce, defrauda y se rige por sus propias reglas.
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