Se refirió al caso Schoklender
18/06/2011 | 06:21 | Acompañada por la decana Florencia Saintout y el periodista Víctor Hugo Morales, fue galardonada con la misma distinción que la Universidad de esa ciudad le entregó al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en medio de una polémica.
La presidenta de la asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se emocionó al recibir el Premio Rodolfo Walsh por su labor en defensa de la libertad de expresión en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
Acompañada por la decana Florencia Saintout y el periodista Víctor Hugo Morales, Bonafini fue galardonada con la misma distinción que esa casa de estudios le entregó hace tres meses al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en medio de una polémica.
En esta ocasión, Bonafini recibió el premio -una escultura que recuerda al libro "Operación Masacre" de Walsh- en medio del escándalo por presunta defraudación al Estado y lavado de dinero que involucra al ex apoderado de su fundación, Sergio Schoklender, y que salpica a la entidad que preside.
"Para nosotros hoy en un profundo orgullo que este sentada en esta universidad del pueblo la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini", remarcó la decana de la facultad, Florencia Saintout, en el comienzo del acto.
Luego, Morales presentó a Bonafini y al cabo de un cerrado aplausos y cánticos de respaldo hacia la titular de Madres, la dirigente aseguró: "Tengo la conciencia tranquila".
"Si tuviera que elegir el mismo camino para mis hijos, recorrería el mismo camino porque estoy muy orgullosa de haber tenido los hijos que tuve", aseguró.
En este contexto, arengó a los estudiantes de periodismo que asistieron al evento a que se rompan "un poquito el traste" y no
esperen que "todo se los dé el Gobierno" para lanzar una publicación o incursionar en radio o TV.
"No tengan temor de armar un boletín, una revista, un diario, una radio o un pequeño canal de televisión. Tienen que hacerlo, no esperen que les den todo, que se los dé el Gobierno, rómpanse un
poquito el traste y pónganlo ustedes", enfatizó, después de ser premiada por su compromiso con la defensa de los derechos humanos
y la libertad de expresión.
Además, Bonafini calificó como "una gran compañera, una excelente compañera" a Saintout, y ensalzó la figura de Morales, al considerar al periodista y relator de fútbol como "un gigante" de los medios que le va "marcando un camino" a los jóvenes que se inician en la profesión.
La dirigente comentó que gracias a "todo lo que se escribe" de ella en estos días, pudo comprobar el trabajo que ha realizado hasta el momento, aunque aclaró: "Yo hice lo que me comprometí a hacer el día que me di cuenta de que me habían llevado mis hijos y que no iban a volver, que es no abandonarlos".
Bonafini dijo que ha leído y lo quiere "mucho" a Walsh, antes de recordar al periodista y escritor argentino -desaparecido en 1977- con una carta que la hizo emocionar hasta las lágrimas en el cierre del acto, al que también concurrieron militantes K junto con otras autoridades de Madres.
"Lo quiero mucho a Walsh, como todos los que amamos la revolución lo queremos a él, porque él encarnaba la revolución, desde ese lado maravilloso que es la pluma, escribir y difundir lo que pasaba", expresó.
Bonafini planteó que "el paso más maravilloso" que ha dado con Madres fue "sociabilizar la maternidad, que todos sean nuestros hijos. No más luchar por el propio hijo porque ellos no enseñaron la solidaridad".
"Nadie sabe cuántos hijos tengo desaparecidos ni cómo se llaman y estoy muy orgullosa de que ustedes no sepan, porque hay miles y
miles, y no importa de qué partido, de qué grupo, de qué organización, todos son nuestros hijos", remarcó.
"De ello sí estamos orgullosas", agregó Bonafini, cuyos hijos Jorge Omar y Raúl Alfredo permanecen desaparecidos desde la última dictadura militar, al igual que su nuera María Elena Bugnone Cepeda, esposa de Jorge.
Por último, la dirigente lloró al leer una carta que escribió Walsh al enterarse de la muerte de su hija María Victoria, que era militante del grupo Montoneros, en 1976.
Bonafini calificó al texto como "una maravilla de amor, porque ésto es lo que tenemos que saber, que los revolucionarios amaban con pasión y él en esta carta lo demuestra".
"Me siento absolutamente identificada con esta carta. Yo no sé escribir de esta manera, pero es como si la hubiera hecho para mí, para mis hijos, en el mismo momento que a uno le avisan que el hijo no aparece", manifestó Hebe.