Internacionales
25/09/2013 | 08:54 | La vocera de la Cruz Roja Internacional, Cecilia Goin, confirmó a Cadena 3 que se “habla de más de 60 muertos“ y que “se hace una especie de operativo rastrillaje”.
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''La población está muy shockeada'', dijo Cecilia Goin, de Cruz Roja Internacional.
Kenia comenzaba este miércoles un duelo nacional de tres días tras el ataque al centro comercial Westgate de Nairobi por un grupo islamista que dejó al menos 67 muertos y donde los servicios de rescate buscaban entre los escombros nuevos cadáveres y explosivos.
Al menos 61 civiles, seis miembros de las fuerzas de seguridad kenianas y cinco asaltantes murieron en el ataque iniciado el sábado y al que se puso fin el martes por la noche. Otras tantas personas están desaparecidas y 175 resultaron heridas.
La vocera de la Cruz Roja Internacional, Cecilia Goin, confirmó a Cadena 3 que se “habla de más de 60 personas muertas“ y que “se está haciendo una especia de operativo rastrillaje”.
“Esto puede llevar un tiempo porque hay que remover escombros y tener mucho cuidado. En este momento se está evaluando todo, hay que esperar y mantener la calma”, dijo.
Por otro lado, manifestó: “Se habla que hay 11 personas detenidas y se están determinando las nacionalidades. Hay mucha información dando vuelta. Por eso se pide calma para evaluar la situación e informar a la población de manera eficiente”.
Tras destacar el operativo de la Cruz Roja y la respuesta de los ciudadanos, Goin señaló que “muchas personas están siendo asistida por profesionales”.
“Fue un evento extraordinario, es muy impresionante y la población está muy shoqueada”, destacó.
Por su parte, los shebab, el grupo islamista somalí vinculado a Al Qaida que reivindicó el ataque, aseguró en su cuenta de Twitter que "137 rehenes" murieron.
El presidente keniano Uhuru Kenyatta y su gobierno "deben ser considerados responsables" de la pérdida "de las vidas de 137 rehenes en manos de los muyahidines", dijeron los islamistas, y acusaron a las fuerzas kenianas de haber utilizado "gases químicos" para poner fin al ataque y de haber "provocado el derrumbe del edificio, para enterrar las pruebas y a todos los rehenes bajo los escombros".
El martes, en un discurso en televisión para anunciar el fin de un asedio de casi 80 horas, Kenyatta, previno que el número de víctimas aumentaría ya que el techo del Westgate se derrumbó parcialmente.
El presidente decretó tres días de luto y prometió perseguir a los responsables. "Hay aún cuerpos atrapados" bajo los escombros, precisó.
El miércoles al amanecer, los equipos de rescate trabajaban en las inmediaciones del centro comercial arrasado por las balas, las explosiones y las llamas.
Expertos en explosivos ayudados de robots teledirigidos inspeccionaban el centro para comprobar que los islamistas "no dejaron ningún explosivo" en las tiendas, explicó una fuente de seguridad.
Perros rastreadores buscaban bombas y cuerpos de los desaparecidos.
"Se autorizó a expertos forenses de otros países a unirse a la investigación en el lugar, entre ellos de Israel, Estados Unidos y Reino Unido", indicó el responsable de los servicios administrativos kenianos, Francis Kimemia.
Durante el asedio, estos tres países apoyaron a las fuerzas kenianas sin intervenir directamente, excepto Israel que, según una fuente de seguridad, podría haber estado presente en el interior del Westgate.