Patrimonio sin herederos
28/07/2017 | 06:50 | Lo confirmó a Cadena 3 Horacio Bordenave, abogado de algunos herederos. Indicó que todo debe dividirse entre cinco estirpes familiares que se traducen en más de 40 personas beneficiadas.
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"Se ha dejado sin posibilidad alguna de reclamo a Margarita", dijo Bordenave.
Horacio Bordenave, abogado de algunos de los herederos de la fortuna de Juan Feliciano Manubens Calvet, contó a Cadena 3 que el monto que se debe dividir entre cinco estirpes de familiares que se traducen en más de 40 personas beneficiadas asciende a 220 millones de dólares
Si bien Manubens Calvet no tenía hijos conocidos y sus familiares más inmediatos defendieron la versión de que había quedado estéril siendo muy joven, la herencia iba derecho a las manos de los sobrinos y sobrinos nietos que vivían en Traslasierra.
“Hay cinco estirpes de herederos. Se trata de cinco hermanos de Manubens Calvet, dos mujeres y tres varones que, en la actualidad, ninguno de ellos vive. Los que reclaman el patrimonio son sobrinos nietos y sobrinos bisnietos”, dijo Bordenave.
Y agregó: “Se trata de 13 mil hectáreas de campo en el sur de Córdoba. Esto es el mayor valor de hacienda. Además, tierras en el oeste de la provincia e inmuebles distribuidos en Mendoza, San Luis y Buenos Aires”.
El abogado relató que algunas pequeñas fracciones de tierra se han perdido por diversas circunstancias: “Son bienes inmuebles en su mayoría y tiene más de 20 cabezas de ganado”.
Consultado sobre si Margarita Woodhouse, la mujer que estuvo al lado de Manubens durante 40 años, tiene alguna posibilidad de reclamo, Bordenave señaló que el juez no logró acreditar que era conviviente: “Lo único que se acreditó en la causa es que era la ama de llaves. El juez dice que no hubo relación convivencial ni relación societaria. El reclamo judicial de Margarita Woodhouse fue la existencia de una sociedad de hecho en donde se buscó diversas patas para asentarse pero ninguna fue acreditada”.
Finalmente, Bordenave recordó que el juez dictó dos resoluciones: la primera es la que aprobó el inventario de la tasación y sea sometido a consideración de los interesados y los acreedores y, por otro lado, ha designado un cuerpo de administración que tiene el plazo de un año de duración para colaborar en que se concluya cuanto antes la revisión de las tareas de repartición y adjudicación de los bienes. Si no se llega a un acuerdo, se realizará por sorteo”.