Vivir una pesadilla
26/02/2019 | 10:38 |
Manuel Germán Ramírez Valdovinos tiene 41 años y está detenido en México acusado de un crimen que no cometió. Mientras, el padre de la supuesta víctima cobró un seguro de un millón de dólares.
Manuel Ramírez Valdovinos, un mexicano de 41 años, lleva 19 años preso tras ser condenado por un homicidio que nunca cometió.
Además, la supuesta víctima vive en Estados Unidos, y su padre cobró un seguro de vida de un millón de dólares con el que compró una inmensa mansión.
Todo comenzó en el 2000, cuando Ramírez Valdovinos tenía 22 años y fue detenido por un comando de policías en su vivienda del poblado de Tepexpan, cerca de la zona de las pirámides de Teotihuacán, en México.
El docente de música -que vivía con su esposa y su pequeño hijo de un mes de vida- fue brutalmente golpeado, esposado y subido al asiento trasero de un auto sin patente, con vidrios polarizados.
Encapuchado, el maestro fue ingresado en una comisaría donde le comunicaron que estaba acusado de homicidio. Según le informaron, él había matado a Manuel Martínez Elizalde, nombre que le sonó familiar y que luego recordó que era el de un hombre al que ayudaba económicamente.
Luego, el padre del "muerto" y los agentes establecieron un arreglo millonario.
Pese a todas las irregularidades procesales, el titular del Juzgado Tercero de lo Penal, en Toluca, sentenció a Ramírez Valdovinos a 43 años de prisión por homicidio.
En la investigación fueron evidentes las diferencias entre la supuesta víctima y el cuerpo prestado ante la Justicia. Además, luego fue visto en una casa que compró su padre con el seguro de su muerte.
El "muerto" se fue a vivir a Estados Unidos, bajo otra identidad y con otro aspecto físico. En tanto que Ramírez Valdovinos envió innumerables cartas a jueces y políticos para que revisaran su caso. Nadie le respondió.
"Se comprobó que la persona que supuestamente mató a mi esposo sigue con vida. Lo acusan de algo que no tiene sentido. Pido justicia y la libertad de mi esposo, que lleva preso 19 años por un delito que jamás se cometió, un delito fabricado. Es una falacia que en México exista Estado de Derecho", manifestó la mujer del condenado.
La demanda llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que dio entrada al caso, lo indagó y resolvió recientemente protegerlo mediante el Protocolo de Estambul, el cual tiene el mejor manual de investigación y documentación sobre Torturas, Castigos y Tratamientos Crueles, Inhumanos o Degradantes que existe en el mundo, agrega ese medio.