Benjamín Butener estuvo casi un año hospitalizado.

A 18 años de la tragedia

Sobreviviente de Lapa: "Soy un optimista inconsciente”

01/09/2017 | 07:44 | A Benjamín Buteler le amputaron las dos piernas, tuvo 50 operaciones y decidió aprovechar "una segunda oportunidad", luego del accidente aéreo que se cobró 65 vidas.

Audios

El Navegador no soporta HTML5 audio

“Soy un optimista inconsciente” (Benjamín Buteler, sobreviviente)

Benjamín Buteler, uno de los sobrevivientes de la tragedia aérea de Lapa de la que ayer se cumplen 18 años, recordó aquel acontecimiento que marcó su vida y se describió como “un optimista inconsciente”.

El vuelo 3142 de Líneas Aéreas Privadas Argentinas (Lapa), encomendado a la nave Boeing 737-204C LV-WRZ, se estrelló en el Aeroparque Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires el 31 de agosto de 1999 a las 20:54, cuando despegaba hacia Córdoba, en el que fallecieron 65 personas.

“Ese día fue similar a tantos otros en los que viajaba a Buenos Aires por trabajo, iba y volvía en el día”, comentó Benjamín a Cadena 3, quien sufrió la amputación de sus dos piernas y debió someterse a 50 operaciones, permaneciendo casi un año hospitalizado.

El empresario cordobés relató: “En el preembarque me encontré con Daniel Damonte, un compañero de universidad, con quien me senté en la primera fila y que no sobrevivió”.

“De ahí en adelante ya no tengo recuerdos, sé que después del accidente estaba consciente y hablé con mucha gente pero no está en mis recuerdos; los médicos supieron decirme que mis lesiones eran tan severas que hasta, posiblemente, por una cuestión de preservarme de ese dolor yo no tengo recuerdo de esos momentos, pero eso incluye el carreteo cuando el avión perdió el control”, narró.

Sobre cómo pudo recuperarse emocionalmente de la tragedia, expresó: “Mi posición es que si tengo una segunda oportunidad la tengo que aprovechar y es lo que intenté hacer”.

“Hace 18 años ya era padre de cinco niños, la más pequeña tenía un año; entonces, haber tenido esas posibilidades me hizo no pensar nunca en por qué me pasó, sino tener una mirada de futuro y positiva respecto de la vida, la tuve antes, pero le puse más énfasis luego de ese primer año internado”, manifestó.

Y agregó: “La vida es como un vaso que siempre está a la mitad, lo podemos ver medio vacío o medio lleno y de ahí tomamos nuestras decisiones y nuestro camino, no es fácil ver siempre un vaso medio lleno, creo que soy un optimista inconsciente”.

Benjamín contó que recibió los primeros auxilios en el Hospital Fernández. “Me armaron el brazo izquierdo, que en algún momento estuvieron por amputarlo, porque tenía quebradura expuesta muy severa y quemaduras, luego me llevaron al Hospital Alemán y allí me quedé hasta el 1 de abril, en que en un avión sanitario me trajeron a Córdoba y fue la primera vez que conversé con un periodista, con Arturo Miguel Heredia (Cadena 3)”, indicó.

Ya en su provincia natal, quedó internado en el Sanatorio Allende hasta mediados de agosto. “De ahí en más fue recuperación, recaídas de distinto tipo, no sólo por la piel sino por este intentar caminar de nuevo, me amputaron las dos piernas debajo de las rodillas, así que fue un aprendizaje de usar la derecha como mano hábil (era zurdo), aprender a manejar, a caminar y seguir la vida”, describió.

Recordó, además, que a raíz de una nota periodística que brindó en 2001, una médica del Same que lo había atendido, lo llamó y le contó que tras el accidente estaba perfectamente consciente, le contó quién era y le pidió que llamara a su casa para avisar que estaba vivo. “Un socorrista llamó a mi casa y dio el mensaje que estaba vivo y me llevaban al Fernández”, contó.

A casi dos décadas de la tragedia, Benjamín dirige una pequeña empresa de tecnología que se aplica para proyectos de ingeniería. “Se llama simulación computacional de ingeniería, es aplicar métodos numéricos, matemática, a la solución de problemas que se dan en el diseño de productos, la empresa está en Buenos Aires y tengo socios en el extranjero”, precisó.

En cuanto a la causa judicial, en la que hubo dos condenados pero las sentencias fueron anuladas porque los jueces excedieron los plazos legales, señaló: “No puedo juzgar su trabajo de si adrede lo hicieron mal, lo que veo en la causa de Lapa es la misma problemática que en otras de distinta índole en Argentina, donde lo que me pregunto es por qué la justicia no nos muestra más resultados, y si no es capaz hoy en su esquema por qué no se plantea cambiarlos”.

Entrevista de Rony Vargas y Federico Albarenque.