El cervezoducto, una maravilla arquitectónica santafesina

El Patio de la Cervecería es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Santa Fe. Se creó hace unos diez años en donde antiguamente funcionaba un estacionamiento vehícular para los empleados de la planta. Sin embargo, en la pandemia se cerró y después de dos años reabrió sus puertas con una nueva propuesta gastronómica.

Juan Pablo Barrale, gerente de Cervecería Santa Fe, destacó la oferta de picadas de carne y pescados, de sandwiches y pizzas al horno de barro que acompañan al protagonista principal: el liso.

El liso, declarado patrimonio cultural de la ciudad, es una cerveza liviana y fresca que no pasa por un proceso de pasteurización como la cerveza tradicional.

Otro hecho distintivo, reflejado por el corresponsal Orlando Morales que está recorriendo Santa Fe en el Operativo Verano, es cómo llega el liso a las choperas del Patio Cervecero.

Se trata de una cañería de más de 300 metros denominada el "Cervezoducto", que conecta a la fábrica (ubicada en la vereda contraria) directamente con la barra del bar. De la planta a las choperas en cuestión de segundos, lo que asegura la calidad y frescura del producto.

En su visita, Orlando estuvo acompañado por el periodista Leo Botta, uno de los referentes en cuanto a la difusión de la cultura del liso. "Cuando uno se sienta en la mesa, le debe pedir al mozo dos lisos de entrada. El primero se toma de una sola ve. para aplacar el calor y la sed. El segundo sí se disfruta más despacio", relató.

Asimismo contó que es indispensable que se sirva con ingredientes. "En Santa Fe le llamamos ingredientes a la platina que trae pochoclos, palitos y maníes. El liso sí o sí tiene que venir acompañado con eso", explicó.

Informe de Orlando Morales y Matías Arrieta