El Plan MAD

A poco de asumir, Alberto Fernández, el hoy Presidente legal, se jactó de no tener un plan económico. Hace algunas semanas, el hoy Presidente real, Sergio Massa, planteó una serie de medidas y demoró (bastante) otras. Sin embargo, hay coincidencia entre propios y extraños que los anuncios del flamante ministro no conformen un plan de estabilización sino más bien en una serie de enunciados para evitar cataclismos mientras va(mos) viendo.

Los que sí tienen un verdadero plan son los sindicalistas del Frente de Todos. Y los tres que representan a las “líneas internas” de esta alianza salieron a recordarlo esta semana.

Fue el miércoles y con el contexto de una marcha a favor de un gobierno que logró una inflación de tres dígitos, alcanzó la preocupante meta de las reservas en rojo pese al récord de exportaciones y llevó los salarios formales a su nivel más bajo en los últimos 12 años.

El plan MAD (Moyano-Acuña-Daer) no incluye complejos modelos econométricos o revolucionarias reformas educativas, fiscales y laborales. Tampoco comparaciones con países de culturas y matrices productivas similares a la nuestra ni desangrantes negociaciones con acreedores y potenciales inversores.

Se explica en una línea: gente malvada especula y remarca para tumbar gobiernos. Esa actitud incita a una devaluación y genera inflación. Así lo repitieron, a su turno, los protagonistas.

Para Pablo Moyano, que acaba de colocar a uno de sus alfiles como ministro de trabajo en la provincia de Buenos Aires, la inflación la causan los empresarios especuladores y se frena si el Estado les cobra onerosas multas.

¿Qué características tienen estos empresarios? Son “unos delincuentes”, “hijos de puta que le sacan el plato de comida a los trabajadores” y “quieren darle un golpe institucional al gobierno”, detalló el líder de los camioneros en la movilización antes mencionada, donde se había acordado que no habría oradores.

Pero Pablo, oró. Y dio los nombres: AEA (Asociación Empresaria Argentina), Mercado Libre y la Asociación de Bancos. Todos usan el mismo canal de difusión de sus fines maquiavélicos: Clarín y La Nación.

En paralelo, el meollo económico que degrada a la Argentina fue descrito de esta forma por Héctor Daer: “Hay que decirles a los actores que tienen responsabilidad sobre la producción de bienes que no se puede especular por si acaso y no pueden retener divisas”, le explicó el “albertista” a Jorge Rial en el canal C5N. Y amplió: “si alguien no liquida esperando la devaluación, no hacerlo genera esa presión”,

Para Carlos Acuña, entre tanto, el germen de la inflación está en la intensidad de los cambios en los precios. “Los empresarios se dedican solamente a remarcar”, le dijo a Rodolfo Barilli en “Ahora País”, por Cadena 3.

-Pero el gobierno es el que emite (pesos), el que genera incertidumbre, le subrayó el periodista.

-Vos no tendrías que imprimir si no tuvieras inflación y la generación de la inflación es de los sectores que forman los precios, lo dicen ellos mismos, insistió el massista.

Dirigentes con décadas de experiencia sindical tienen la posta: a la inflación no la genera la impresión de billetes para financiar el déficit, la presión devaluatoria no tiene nada que ver con la brecha cambiaria y los dueños de multilatinas son especuladores acá pero no en países donde tienen otras filiales.

Algunos creen que el programa no se aplica a nivel global por el temor que causa su traducción al inglés. El “plan loco” no tiene un título muy marketinero que digamos. Pero es de una simpleza tal que debería ser una enseñado en las más encumbradas universidades. O, por lo menos, en salita de cuatro.