Las bengalas de Massa

“Tenemos la obligación de pelear contra la inflación para que el esfuerzo y el ingreso de los argentinos no se vaya entre los dedos como el agua (…) Ya vendrá el tiempo de la pelea electoral, hoy es tiempo de trabajar y resolver problemas”.

¿Para quién fueron estas bengalas bajo la forma de mensajes de Sergio Massa?

Todo indica que van dirigidos básicamente puertas adentro del Frente de Todos, donde quiere posicionarse, celoso del regreso de Daniel Scioli a la Argentina como ministro de Desarrollo Productivo.

Los dos quieren luchar por la Presidencia. Eso es inocultable.

Si se da, será una pelea interesante: Scioli siempre cayó bien parado y Massa tiene una gran capacidad para acomodarse.

Alguna vez se pensó que Massa podría ser un jefe de Gabinete con muchas atribuciones sobre la economía.

Dicen que durante el viaje que hicieron juntos a los Estados Unidos, Massa le propuso a Alberto Fernández una reorganización amplia del gabinete económico.

Pero el Presidente prefiere esperar. Cree que la inflación está en una pendiente hacia abajo y que, allá por agosto, se ubicará en niveles más aceptables.

La cuestión es saber qué piensa Cristina, ahora y después.

Ahora, si es que hay alguna movida de fondo en el gobierno.

Y después de Alberto Fernández, si se sentirá empoderada para usar su lapicera y pretender definir al sucesor.

Por más que quiera despegarse, no le será fácil. Ella puso allí a Alberto y punto.

Además, ninguno, ni Massa ni Scioli, ni nadie que quiera llevar el sello, va a salir indemne de un gobierno que sufre día a día el agravamiento de la situación económica sin ideas ni herramientas.

Sorprendió (o no tanto) que el mismo día en que se anunció el 5,1 por ciento de inflación de mayo, Alberto Fernández se congratuló de que el personal jerárquico del Conicet haya cerrado una paritaria anual del 70% anual.

Alberto publicó en Twitter una foto en su despacho junto a Guzmán, el mismo Guzmán que prometió al Fondo Monetario un 48 por ciento de inflación para este año.

Mientras tanto, en el Congreso, Guzmán sigue recibiendo fuego amigo.

Los senadores oficialistas decidieron seguir adelante con una moratoria previsional sin consultarlo a Guzmán. Por eso, firmaron un dictamen, que será aprobado el 30.