Tribulaciones de un hombre austero

En España, se declaró un Presidente austero.

Alberto Fernández recordó que apenas tenía un estudio jurídico y un auto propio.

Eso sí, vivía en Puerto Madero en un departamento que le prestaba Enrique Albistur, esposo de Victoria Tolosa Paz.

¿Quién es Pepe Albistur? Dueño de una empresa de cartelería callejera y fue secretario de Medios durante la gestión de Néstor Kirchner.

¿Y Victoria Tolosa Paz? Fue la primera candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires que impuso Alberto, pese a que Cristina no la quería. En las elecciones le fue mal.

Pero volvamos a Alberto.

Parece que si algo más, por si hiciera falta, lo diferencia de Cristina es que no debe haber sido un abogado demasiado exitoso.

Y eso que asesoró, entre otros, a Cristóbal López.

Como será que ni el sueldo de Presidente le alcanza, que tuvo que pedir, y le dieron, un crédito personal de 3 millones de pesos en el Banco Santander para que pueda cerrar la causa por la fiesta de Fabiola en Olivos en plena cuarentena.

Esta plata va a ir a una cuenta del Instituto Malbrán, según el acuerdo que le aceptó el juez federal de San Isidro Lino Mirabelli.

Un millón seiscientos de él y un millón cuatrocientos de Fabiola.

Pero aparece un dato cuanto menos curioso y, claro, poco transparente.

Hace poco menos de un año, el Presidente depositó 3 millones de pesos para poder demandar a Patricia Bullrich por 100 millones.

Recuerdan que lo hizo porque dice que la dirigente del Pro lo acusó de pretender meter un socio local en la compra de vacunas de Pfizer contra el coronavirus para cobrar un “retorno”.

El problema es que el origen de esos fondos, depositados como tasa de Justicia, se han convertido en un gran secreto, según revela el colega Diego Cabot en La Nación.

Después del pago, el Presidente presentó su declaración jurada de bienes.

Incluyó un patrimonio de 5.713.000 pesos al cierre de 2020.

Y cobró un sueldo de presidente que, a marzo del 2021, era de algo más de 256 mil pesos mensuales.

Es cierto que HOY vive en Olivos, o sea que no paga un centavo, y que el Estado, a través de la unidad médica presidencial, le compra hasta las mamaderas de su hijo Francisco.

Pero estaría bueno que los números fueran un poco más transparente o se sincere y promueva un bingo para que todos lo podamos ayudar.