Masacres a tiros
29/05/2022 | 23:39 | Por Cynthia Zak.
Redacción Cadena 3
Cynthia Zak
“¿Alguien sabe si hay detectores de metales en la puerta y cuán segura es la valla de entrada?”.
“Los francotiradores entran por las puertas, o sea que todo tiene que estar asegurado”.
“Muchas veces son los mismos estudiantes que van armados, por eso hay que tener detectores de metales”.
“¿Los maestros y administradores han sido entrenados en caso de un tiroteo activo en la escuela?”.
“¿Podemos cubrir la puerta de entrada con un vidrio antibalas?”.
“Hay que colocar reconocimiento facial y detectores de metales en la entrada”.
“Además de eso, hay que controlar minuciosamente a la gente que entra a la escuela”.
“Tenemos que ser súper vigilantes en estos temas”.
Éstas son algunas de las líneas que les transcribo de un chat de padres en una escuela secundaria de Estados Unidos.
No he inventado las frases. Todas son reales.
Son del chat de familias de la escuela secundaria a la que entra mi hija menor en agosto, cuando empieza el próximo año escolar en el país.
La escuela es pública, pertenece al sistema de escuelas del condado Miami-Dade y recibe estudiantes de todas las zonas del sur de Florida, de noveno a doceavo grado para cursar los cuatro años de secundaria en Estados Unidos.
Es un colegio pequeño, donde todos los estudiantes son artistas (hay que pasar una estricta audición para ser elegido), las familias se conocen, los maestros y personal administrativo es excelente.
La escuela está ubicada en una de las mejores zonas de Miami, en el Design District, rodeada de negocios de marca, estudios de diseño, galerías de arte, restaurantes con estrellas Michelin, estudios de yoga y un ambiente casi perfecto para que estos adolescentes vayan a estudiar.
/Inicio Código Embebido/
Mirá también
Horror en Estados Unidos
/Fin Código Embebido/
¿Por qué vamos a pensar que hay peligro en un espacio con estas características?
La zona es segura, hay vigilancia, los estudiantes tienen intereses artísticos y ocupan su tiempo en crear y diseñar. Al ser una escuela chica, es fácil detectar problemas emocionales o psicológicos rápidamente: cualquier señal de alarma salta en seguida y la comunidad es respetuosa.
Lo que les describo no es un escenario o zona insegura.
¿Entonces, de qué se trata esta conversación entre padres y madres, este chat en el que las familias intentan resolver un problema endémico de esta sociedad?
¿Por qué estos padres, en vez de hablar de los programas de estudio o de eventos creativos, del entusiasmo de sus hijos e hijas de empezar una etapa nueva, están conversando sobre detectores de metales, puertas blindadas y lectores faciales?
Ansiedad generalizada.
Como sociedad tenemos estrés post traumático.
La ansiedad es sistémica.
No hay razonamiento que calme lo que la realidad cruda muestra: más de 900 tiroteos fatales, masacres, en escuelas de Estados Unidos en la última década.
Estas masacres no tienen nada que ver con condiciones socioeconómicas, temas raciales, áreas conflictivas o si la escuela es privada o pública.
Un gran sector de esta sociedad, encabezada por el partido republicano, propone armar a los maestros. Entrenar a los educadores para que sepan manejar armas y enfrentar a los tiros a los desequilibrados que entran a hacer matanzas.
La postura, apoyada por la Asociación Nacional del Rifle, dice que un francotirador no va a lugares o escuelas si sabe que el personal tiene armas, que las matanzas ocurren donde no hay forma de defenderse.
De hecho, en Texas hay gran cantidad de maestros que van armados a las escuelas por la libertad total de portar rifles y revólveres, algo que, en estados como Nueva York, por ejemplo, está totalmente prohibido.
Los maestros, por su lado, en un 82 por ciento alrededor del país no están de acuerdo con esto y un 62 por ciento dice que se sentirían menos seguros si saben que sus colegas van armados a la escuela.
“Estamos pidiendo que un maestro se convierta, en cuestión de segundos, de educador a un experto tirador. No hay forma de que esto suceda y las estadísticas indican que las armas en las escuelas son un peligro, ya que cualquier estudiante las puede acceder”, dice Becky Pringle, presidente de la Asociación Nacional de Maestros.
Control de armas, legislación contundente, freno al lobby de la Asociación Nacional del Rifle, estrictos chequeos de antecedentes penales y psiquiátricos, intervención inmediata frente a señales y mensajes de odio en redes sociales, aumento de la edad permitida para comprar armas, más presupuesto para programas de salud mental y, sobre todo, una educación nueva que contemple y privilegie la inteligencia emocional son algunas de las respuestas para que esta sociedad comience a sanar.
Te puede Interesar
Violencia en Estados Unidos
La vicepresidenta estadounidense, sostuvo que se trata de "un arma de guerra que no tiene cabida en la sociedad civil". Además, puntualizó que "los asesinatos sin sentido tienen que parar".
Horror en Estados Unidos
El ex presidente aseguró que “las políticas de control de armas impulsadas por la izquierda no tuvieron efecto para evitar el horror ocurrido”.
Masacre de Texas
El viaje es el segundo en dos semanas de Biden por una matanza a tiros. "No se puede proscribir la tragedia. Pero se puede hacer que Estados Unidos sea más seguro", expresó el mandatario.
Masacre en Texas
Lo dijo en declaraciones a la prensa el director del Departamento de Seguridad. Los efectivos demoraron una hora en dar con el asesino que mató a 19 niños y dos maestras en una escuela.