Rumbo económico
17/12/2022 | 08:00 |
Redacción Cadena 3
Guillermo López
El problema económico de Argentina es, básicamente, un déficit que nadie quiere financiar. Y la única solución que halla el Gobierno es posponer pagos y adelantar cobros. Cortoplacismo explícito que el ministro Sergio Massa no duda en aplicar mientras dispara bombas de humo como el Swap chino o el acuerdo de información de cuentas de argentinos en Estados Unidos.
¿Se puede esperar que continúe la "calma" de las primeras semanas de la gestión Massa-Rubinstein? ¿Aguanta -hasta diciembre de 2023- la economía argentina sin una fractura expuesta con trucos contables y versiones III y IV de "dólar soja" cuando se estima que la sequía hará caer entre US$8.000 y US$10.000 millones la facturación del campo? ¿Podrá pagar los miles de billones de pesos de la deuda en pesos?
Estas inquietudes desvelan a la clase dirigente vernácula. Y quien ensayó una respuesta a ellas fue el economista Ricardo Arriazu en un seminario organizado esta semana en Córdoba por S&C Inversiones.
Con su tranquilidad y precisión habitual, el tucumano detalló cómo se logró la "calma" después del cisma provocado por la renuncia de Martín Guzmán y el paso fugaz de Silvina Batakis, experta en colisión de derechos. “Pidiendo plata”, sintetizó.
"El 'dólar soja' es un préstamo que se anticipó en septiembre y que se pagó en octubre y noviembre", dijo el titular de Arriazu Macroanalistas. Con eso el gobierno consiguió US$7.500 millones.
"El dólar soja explica la suba de reservas del Banco Central, el superávit primario de septiembre y la reducción de la brecha pero es un préstamo de cortísimo plazo que al cancelarlo revierte sus efectos”, explicó.
En segundo lugar -prosiguió- se retrasaron pagos de importaciones, que en el año ya acumulan una deuda privada de US$10.000 millones y la tercera pata es el FMI. El truco para conseguir US$20.000 millones de dólares de préstamos de corto plazo que no aparecen como préstamos.
Una pintura de la economía local muestra hoy: cantidades importadas que bajan desde octubre, lo que se traslada a menor actividad económica; una inflación que se estabiliza a un nivel más alto que a principios de año; anticipos de liquidación de futuras exportaciones y un mínimo ajuste fiscal. Pero lo grave de cara a 2023 viene desde un punto incontrolable por el Gobierno: el clima.
La sequía está afectando con mucha fuerza la cosecha de la temporada 2022/2023. La pérdida en los ingresos será de US$10.000 millones.
"Habrá un fuerte deterioro de las cuentas externas en el primer semestre de 2023 pero mejoran en la segunda parte del año por la producción de gas y petróleo", resumió el exrepresentante de Argentina ante el FMI.
Por el pico de vencimientos de canje de deuda en pesos (Leliqs y bonos del Tesoro) más el impacto del turismo emisivo, Argentina "no tiene espalda para aguantar el valor de la caída de la cosecha y una potencial crisis de certidumbre política por las elecciones en la primera parte del año pero aparece la esperanza energética", manifestó.
"Es problable que la tasa de inflación se desacelere y se ubique en un nuevo piso, pero como contrapartida habrá una baja en la actividad económica", sostuvo Arriazu y repasó los datos globales que muestra que este indicador está cediendo en todo el mundo.
"La intermensual durante noviembre en Estados Unidos fue del 0.1% , en Europa fue del -0,1%, China -0,2% y Brasil 0.4% . La Interanual 7,1%, 10%, 1,6% y 5,59%, respectivamente", repasó.
Pero todos los países atacaron las causas monetarias y fiscales para morigerar. "Acá el gobierno quiere bajar la nominalidad con Precios Justos (para eso necesita divisas), para luego bajar la tasa de devaluación y la de interés, pero no podrá bajarla mucho más si no baja la emisión, elimina el déficit y rompe con la indexación. La inflación se baja atacando todos los frentes", subrayó.
"Los precios internacionales de los commodities tenderán a la baja, Brasil no dará un salto, el frente fiscal y monetario no impactará de manera positiva por lo que los determinantes del crecimiento no muestran una mejora en el corto plazo. La única forma de que el año que viene no sea recesivo es que haya un cambio de política económica y eso hoy no se ve posible", vaticinó
"El problema de las Leliqs es serio pero no me desvela", se sinceró Arriazu quien reiteró que el país tiene hoy un problema fiscal, no cuasifical.
Y resumió: “Los vencimientos para el año próximo no son muchos si existe confianza; con alta incertidumbre son una barbaridad”. Y si la sequía pega fuerte, aún peor.
Con reservas líquidas en US$2900 millones, el Banco Central está sobreviviendo con los encajes de los depósitos en dólares, que están subiendo. "Con el chiquitaje", expresó Arriazu. "Mientras el gobierno tenga esto puede aguantar pero sin sequía e incertidumbre política".
La fragilidad macroeconómica ha llevado a varios analistas políticos a especular con un posible adelantamiento de las PASO.
Sin embargo, como Macri en su primer año de gestión en la Casa Rosada, desde el Gobierno empezaron a prometer a algunos empresarios un segundo semestre promisorio. "¿No será que le conviene retrasar las elecciones?" se preguntó un ejecutivo y lobbysta de grandes empresas con negocios en Córdoba.
La respuesta a esa inquietud quedó abierta.
Te puede Interesar
Rumbo a 2023
El diputado nacional se encuentra de visita en Córdoba y estuvo en Cadena 3 para hablar de la actualidad económica del país y de lo que vendrá el próximo año electoral.
Balances
Sabina Frederic, actual presidente de la Agencia de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria, dialogó con Cadena 3 Rosario y brindó su mirada sobre los tres años de gobierno.