Condenados a la ausencia de futuro

-Antes que nada, quisiera recordar que en algunas provincias de la Argentina, como en la Rioja, hoy no hay clases por el Día del Maestro que fue ayer. Dicho esto también sería bueno recordar el resultado de las últimas pruebas Aprender. En lengua el desempeño básico y por debajo del básico es del cuarenta y cuatro por ciento y sólo dos de cada diez alumnos están capacitados para comprender un texto sin dificultad.

-En matemáticas también es desastroso. El resultado es que el cuarenta y cinco por ciento de los alumnos no alcanza el nivel satisfactorio. Hecha esta introducción la educación argentina no deja mucho margen para la sorpresa. Sin embargo, confieso que leía una nota que muestra de manera contundente lo que pasa en muchos lugares del país.

-El título es del suplemento del diario La Nación “copian del pizarrón sin aprender e igual pasan de grado” y cuenta de algunos casos concretos, como el de Ramón Romero, que tiene trece años y vive en La Lomita, Formosa y dice “yo solo copio del pizarrón, no sé leer ni resta.

-Dylan tiene ocho años, vive en Chubut y dice “no me enseñan bien en la escuela”. Está en una clase de apoyo que las referentes de Caritas brindan en ese paraje. Pero también pasa que en Córdoba hay que ir al barrio Argüello Lourdes y ver lo que pasa con un montón de chicos de todas las edades que no saben leer ni escribir y que reciben clases de apoyo escolar gracias a docentes que van voluntariamente y nos ayudan en un salón de la parroquia.

- Esta misma sensación es la que experimentan cientos de miles de alumnos en la aulas hoy. Hay algo que no funciona. El Proyecto Hambre de futuro recorrió algunas de las zonas más vulnerables del país y se encontró con los rostros detrás de esta tragedia. Chicos y adolescentes escolarizados que no saben leer, que tienen serias dificultades para escribir y para hacer cuentas básicas. Claramente, algo estamos haciendo mal.

-No es ni mala voluntad docente ni que los chicos han perdido la capacidad de aprender, sino que hay un enorme descuido de la enseñanza de la lectura y la escritura, cuenta una investigadora del Conicet. Ellos mismos escribieron consignas, preguntas, respuestas, ejercicios matemáticos¿ Pero cuál es la trampa? La pregunta que todos se hacen es qué va a pasar el día de mañana con todos estos niños, jóvenes y adolescentes que están teniendo trayectorias educativas nulas.

-¿Qué hacen las autoridades con esta crisis educativa? Realmente una situación incomprensible. Por eso vuelvo a preguntar qué están mirando nuestros gobernantes para decir que la educación no es un tema de nadie y porque no es tema de nadie.