De la Argentina increíble a la Argentina posible

Las noticias de esta semana han estado marcadas por un retorno a la acción, y no puedo evitar sentirme emocionado por lo que hemos vivido en nuestra recorrida por el sur argentino. En Punta Colorada y Sierra Grande, la experiencia ha sido no solo intensa, sino también enriquecedora. Hemos tenido la oportunidad de conocer y preguntar, de sumergirnos en la realidad de esos lugares que son clave para el futuro de Argentina.

En esta semana, hemos hablado de inversiones significativas que no solo beneficiarán a las comunidades locales, sino que también tendrán un impacto en el desarrollo económico del país. La llegada de oleoductos que transportarán petróleo desde Vaca Muerta es una de las primeras inversiones que destacan. Este caño, que facilitará la exportación de un recurso tan valioso, es solo el comienzo de una serie de proyectos que están en marcha y que prometen transformar la economía argentina.

La planta de Gas Natural Licuado (GNL) es otra de las inversiones que hemos discutido. Con un crecimiento esperado del 35% y una conexión más fuerte con nuestras raíces, este tipo de desarrollo es lo que necesitamos para avanzar. Es sorprendente ver cómo estos proyectos pueden cambiar la vida de tantas personas y, al mismo tiempo, fortalecer nuestra economía.

Ayer, mientras finalizábamos nuestra visita a Vaca Muerta, el colega Santiago Spaltro del diario Clarín publicó dos noticias que considero cruciales. La primera es la finalización de una obra clave que permitirá multiplicar la capacidad de exportación de petróleo crudo. Gracias a la finalización del proyecto Duplicar Plus, las exportaciones argentinas podrían crecer hasta 9 mil millones de dólares por año. Es un paso significativo, especialmente cuando consideramos que siempre hemos tenido grandes reservas de petróleo, pero nos faltaban los caños para exportar.

La segunda noticia que me llamó la atención es el fin de la era de importación de gas natural desde Bolivia. Durante 18 años, hemos estado comprando gas boliviano, destinando casi 20 mil millones de dólares a esta causa. Sin embargo, gracias a Vaca Muerta y las obras que se están realizando para transportar gas, la historia está cambiando. La reversión del gasoducto norte permitirá que el gas argentino llegue a siete provincias del norte y, potencialmente, sea exportado a Brasil. Es un cambio monumental que refleja cómo, a pesar de haber tenido siempre recursos, no hemos podido aprovecharlos adecuadamente.

Así que, en conclusión, lo que estamos presenciando es una transformación. De la Argentina increíble a la Argentina posible. Nos encontramos en un momento crucial donde las inversiones y las obras necesarias están comenzando a materializarse. Espero que estos cambios se traduzcan en un futuro más próspero para todos.