Guillermo Moreno y la viveza criolla

En esta ocasión, quiero compartir un tema que ha estado en boca de todos recientemente. Ayer, el fiscal Diego Luciani solicitó cuatro años de prisión para Guillermo Moreno, exsecretario de Comercio, acusado de manipular los índices del Indec. ¿El objetivo? Tapar la inflación y hacer como que no existía lo que todos sabíamos y sentíamos en nuestros bolsillos cada vez que hacíamos las compras.

Moreno llegó a juicio acusado por varios delitos: abuso de autoridad, violación de secreto, la destrucción de registros y documentos y falsedad ideológica de documentos públicos. Se dice que desplazó a Graciela Bevacqua, entonces directora del IPC porque se negaba a revelarle los datos sobre los comercios donde se realizaban estudios para establecer los índices inflacionarios. Al no obtener lo que quería, Moreno la reemplazó por Beatriz Paglieri.

Pero eso no es todo. Por este mismo caso también se pidió una pena similar para Paglieri e inhabilitación por diez años para ejercer cargos públicos. La manipulación del Indec es un claro ejemplo de intentar tapar el sol con la mano: aunque hagamos como si no estuviera allí, sus efectos son innegables.

Recordemos también las consecuencias internacionales que tuvo esta manipulación: Argentina perdió un juicio en Londres por alterar las mediciones oficiales sobre el PBI durante los gobiernos kirchneristas. Los dueños de cupones de la deuda atados al PBI, emitidos en 2005 tras el default, se dieron cuenta de la manipulación y demandaron al país. Ahora debemos pagarles 1.500 millones de dólares más intereses.

Moreno y su conducta representan una característica tan nuestra: la viveza criolla. Pero esta viveza siempre tiene un costo. Como aquellos que intentan adelantarse por la banquina en una autopista congestionada, solo para terminar pagando una multa o provocando un accidente.

Recientemente leí el libro "La Argentina Increíble" de Emilse Pizarro, que recopila historias similares a las de Moreno. Casos como el del "Diputado Trucho" que votó la privatización del gas sin haber sido elegido, o la banda delictiva que manipuló los resultados de la Lotería Nacional en 1943. Son ejemplos claros de cómo nuestra historia está plagada de episodios donde prevalece esa viveza criolla.

En conclusión, nuestro país tiene una larga tradición de trampas y maniobras cuestionables para obtener beneficios a corto plazo. Pero estas acciones siempre tienen consecuencias a largo plazo y es importante recordarlo antes de caer en las mismas prácticas.