La radio como motor para unir historias y alentar acciones solidarias

La magia de la radio se siente en cada rincón, y es un placer poder conectar con nuestros oyentes de una manera tan especial.

Vinimos a Chilecito, La Rioja con un propósito claro: encontrarnos con Romina, una oyente que nos compartió su historia. Camina 10 kilómetros diarios para ir y volver de su trabajo, y su dedicación como ama de casa es admirable. 

La idea de regalarle una bicicleta para facilitar su trayecto surgió casi de manera espontánea, y gracias a la generosidad de nuestro amigo Luis Pavone, pudimos hacerla realidad. La emoción al entregarle la bici fue palpable, tanto para ella como para nosotros. Este gesto es un reflejo de la comunidad que hemos construido en Cadena 3, donde cada oyente cuenta y cada historia importa.

Pero la jornada no terminó ahí. En Vichigasta, un pueblo cercano, nos esperaban Johana y Damián con una invitación irresistible: empanadas riojanas. No pudimos resistir la tentación y nos detuvimos para disfrutar de esta delicia local. La hospitalidad de la gente es realmente conmovedora, y cada bocado de esas empanadas, ya sean al horno o fritas, era un recordatorio de la calidez de esta comunidad.

Las empanadas riojanas tienen su particularidad: el relleno de carne y papa, un manjar que no se puede dejar de probar. Mientras disfrutábamos de la comida, la conversación fluía, y la alegría de estar juntos se sentía en el aire. La radio nos conecta, y momentos como este son una prueba de que la cercanía con nuestros oyentes va más allá de las ondas radiales.

Así, con la promesa de regresar por más empanadas y aceitunas de Vichigasta, me llevo un pedacito de La Rioja en el corazón. Este viaje no solo ha sido una cobertura más, sino una oportunidad para fortalecer los lazos con aquellos que nos escuchan. 

Cada historia, cada encuentro, es una celebración de la comunidad que hemos creado juntos. Un abrazo enorme a todos los que hacen posible que la radio siga siendo un medio cercano y humano.