Lo primero es la familia

La ausencia del técnico de Vélez, Gustavo Quinteros, en la final por el Trofeo de Campeones que el Fortín cayó 0-3 ante Estudiantes debido al casamiento de su hija, provocó reacciones encontradas entre los hinchas, muchos de los cuales expresaron su descontento en redes sociales.

Quinteros había llevado a Vélez a una exitosa campaña, logrando el campeonato después de un periodo complicado para el club. Sin embargo, su ausencia en un partido tan importante como la final del trofeo de campeones generó críticas. A pesar de que el técnico había avisado con antelación sobre su compromiso familiar, la situación se volvió un punto de tensión entre los aficionados.

El joven defensor Valentín Gómez, figura destacada del equipo, comentó sobre la ausencia de su técnico, reconociendo la importancia de la familia pero también deseando que Quinteros estuviera presente. Este conflicto pone de relieve una pregunta que muchos se hacen: ¿qué es más importante, la familia o el trabajo?

El club Vélez Sarsfield respaldó a su entrenador, enfatizando que la boda estaba organizada con meses de anticipación y que no se conocía la fecha del partido en el momento de la planificación. A través de un comunicado, el club destacó la relevancia de este evento familiar y agradeció la comprensión de los hinchas.

Gustavo Quinteros, en su mensaje a los simpatizantes, expresó su deseo de estar al lado de su hija en uno de los días más importantes de su vida, dejando claro que priorizaba su familia en este momento trascendental. 

A pesar de las críticas, muchos coinciden en que es fundamental mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional.

La historia no solo refleja un conflicto deportivo, sino también un recordatorio de que, en última instancia, la familia puede y debe ocupar un lugar central en nuestras vidas, incluso en los momentos más críticos de nuestras carreras.