Polémica por el nombre de la cancha de Instituto

En el contexto del fútbol argentino, el nombre de los estadios y canchas siempre despierta pasiones. Hoy, quiero centrarme en un debate que se avecina en Instituto Atlético Central Córdoba, un club de Primera División en nuestra provincia. La cancha de Instituto, históricamente conocida como Estadio Monumental de Alta Córdoba o Estadio Juan Domingo Perón, se encuentra en el centro de una discusión que involucra a socios del club y su identidad.

La historia detrás del nombre de la cancha es interesante. En 1951, Juan Domingo Perón, quien en ese momento apoyaba al fútbol argentino, otorgó un préstamo al club. Algunos socios, al buscar un segundo préstamo, se encontraron con la negativa de Perón, pero a cambio de poner su nombre en el estadio, lograron acceder a otro financiamiento. Así, el nombre de Perón se asoció a la historia del club, pero ahora surge la pregunta: ¿debería seguir siendo así?

El próximo miércoles, durante una asamblea de socios, se debatirá sobre la ratificación del nombre de la cancha, así como de otros espacios del club. Algunos socios proponen mantener el nombre de Juan Domingo Perón, mientras que otros sugieren cambiarlo por el de un ídolo del club, como Osvaldo Ardiles, campeón del mundo en 1978 y exjugador de Instituto. Este tipo de debates no son nuevos en el ámbito del fútbol argentino, donde los nombres de estadios y canchas pueden cambiar con el tiempo, reflejando la historia y los valores de los clubes.

Aunque la discusión sobre el nombre de la cancha no es el tema más urgente que se abordará en la asamblea, sí es un punto de interés para muchos. En Argentina, es común que las avenidas, plazas y estadios lleven nombres de figuras políticas, y esto genera un debate constante sobre la relevancia y el legado de estas personas en el contexto deportivo.

Me parece que el caso de Instituto es un claro ejemplo de cómo la historia y la política se entrelazan en el deporte. Algunos argumentan que el nombre de Perón no representa adecuadamente la historia del club, mientras que otros defienden la tradición. Sin embargo, si tuviese que elegir, optaría sin dudar por Ardiles, quien, a mi juicio, hizo mucho más por Instituto que Perón, quien, al final, otorgó financiamiento en nombre de todos los argentinos.

Este debate nos invita a reflexionar sobre la identidad de nuestros clubes y cómo los nombres que elegimos para ellos impactan en su historia. La próxima asamblea será una oportunidad para que los socios expresen sus opiniones y decidan el rumbo que quieren tomar. Al final del día, lo importante es que estas discusiones se realicen de manera abierta y respetuosa, permitiendo que todos los hinchas de Instituto tengan voz en el futuro del club.