¿Quién elige a funcionarios como Kraisman?

De acuerdo con la información policial, Kraisman fue sorprendido saliendo del supermercado Mariano Max, de avenida Vélez Sarsfield, con un pack de bondiola, otro de jamón crudo, un frasco de cerezas y una lata de atún sin pagar. Al ser detenido, reaccionó con agresividad hacia los policías, arrojándoles el frasco secuestrado. Posteriormente, fue trasladado a la sede policial, donde quedó a disposición de la justicia. Tras este incidente, el intendente Daniel Passerini decidió despedirlo de su cargo.

Es importante destacar que Kraisman no es un recién llegado a la política. Con más de 20 años de trayectoria, ya contaba con antecedentes delictivos. En 2006, cuando era concejal, fue suspendido por tres imputaciones, entre ellas amenazas y lesiones leves. También fue denunciado por robo de energía y por intentar sobornar a un árbitro. En el momento de su detención, ocupaba el cargo de director general de Promoción de Clubes Sociales y Deportivos, con un sueldo de un 1,7 millones de pesos.

Sin embargo, lo que realmente me intriga es el proceso de selección de funcionarios. ¿Quién hace el casting para elegir a personas con antecedentes penales como Kraisman? ¿Se eligen por ser peronistas, por su cercanía con la gente o por su capacidad de atraer votos? Es fundamental cuestionar cómo se toman estas decisiones y qué criterios se utilizan.

Además, creo que es el momento de discutir seriamente la implementación de la "ficha limpia", que impediría que personas con antecedentes penales puedan postularse a cargos públicos. Este es un tema que ha sido debatido durante años, pero parece que la clase política, en su totalidad, no ha logrado llegar a un consenso. No podemos permitir que quienes tienen antecedentes penales estén en posiciones de poder, ya que la responsabilidad que conlleva un cargo público debe ir acompañada de requisitos claros y estrictos.

Por último, me pregunto nuevamente: ¿quién hace el casting? Es una pregunta que necesitamos responder para poder avanzar hacia una política más transparente y responsable. La ciudadanía merece funcionarios que estén a la altura de las exigencias que se les piden a los ciudadanos comunes.