Un oasis

Foto: Givat Haviva centro educativo en el norte de Israel que promueve la reconciliación entre judíos y árabes.

-Quisiera cerrar la semana con algo que me ha llamado mucho la atención, tanto que titularía el desayuno como un oasis, sobre todo en estos momentos. Hablo de lo que está pasando a nivel mundial con la guerra que nos conmueve, donde es impensable el diálogo entre judíos y palestinos. Sin embargo, hay un lugar donde conviven.

-Hay muchos lugares, pero cuenta Xavier Mas de Xaxàs Faus enviado especial de La Vanguardia, el diario de Barcelona a Medio Oriente que esa comunidad es Givat Haviva .Sentados bajo un gran árbol en los jardines de ese lugar un grupo de palestinos y judíos se reunieron para hablar de paz y de convivencia, conmocionados por lo que fue la matanza del siete de octubre y por las bombas que caían sobre Gaza.

-Querían evitar que hubiera disturbios en sus municipios, en sus pueblos, en sus comunidades, que no llegaran las bombas, que no llegara a la guerra. A esos lugares donde, repito, conviven judíos y palestinos y querían reiterar su compromiso de vivir juntos, no les mueve ninguna ambición mesiánica ni ningún sentimiento de fraternidad universal, sino la más simple de las razones.

- Ellos mismos, dicen, que “ es lo más práctico y es lo que queremos”. Después de lo que pasó en este octubre, tan conmocionante para el mundo por la guerra, por las bombas, por los muertos, por los secuestros, por la barbarie, por la locura. Bueno, ese lugar nos muestra, repito, algo como si fuera un oasis.