Un poco de Lula para Alberto

- Quería, aunque sea brevemente, decir dos palabras sobre lo que pasó en Perú o más que eso sobre la posición argentina respecto de lo que pasó en Perú .Ayer sorpresivamente, o no tanto, Argentina salió a respaldar al ex presidente de Perú, Pedro Castillo, que fue destituido y detenido la semana pasada tras haber intentado disolver el Congreso en un autogolpe.

-Hay que decir que apenas ha ocurrido el hecho y sin hablar de golpe de Estado, la Cancillería argentina criticó a Castillo por alterar el orden constitucional. Pero después de eso, Argentina terminó sumándose al comunicado que firman los presidentes de México, Colombia y Bolivia y pidiendo respetar la voluntad popular. -En el texto expresan su profunda preocupación por la remoción y detención del ahora ex mandatario peruano y aunque evitan pedir la restitución, el comunicado muestra un respaldo a Castillo por parte del Gobierno de Alberto Fernández, con lo cual gira Alberto Fernández después de haber manifestado su apoyo a la nueva presidenta peruana.

- Por eso me llama la atención que ahora Argentina se sume a lo que firman otros presidentes de la región, que no cuestionan a Castillo por haber cerrado el Congreso y por querer gobernar por decreto y además e lo terminan defendiendo a Castillo. Argentina, México, Bolivia y Colombia consideran que el ex presidente, que está detenido fue víctima de un antidemocrático y de hostigamiento y además piden a los actores políticos abstenerse de revertir la voluntad popular expresada con el libre sufragio.

-También los parlamentarios que lo destituyen a Castillo fueron elegidos por el voto popular. Bueno, repito, esta es la posición de Argentina, posición que me llama la atención. No entiendo muy bien estas ideas y vueltas que no son nuevas por parte de la Argentina en materia de política internacional.

- Yo quisiera cerrar con algo que capaz le pueda servir Alberto Fernández y es la posición de Lula. El presidente electo de Brasil va a asumir el 1 de enero. Dijo la semana pasada que el proceso de destitución de Castillo se dio dentro de un marco constitucional.