Una ciudad amigable

 -Empezamos recorriendo el interior de esos pueblitos que hay en la punta del Camino de Santiago y ahora tenemos el placer de volver a caminar por las calles de Madrid. Es una ciudad capital, pero que, a mí particularmente me resulta una delicia recorrerla porque sus calles son mansas.

- Son pluriculturales pero también son calles mansas, son casi pueblerinas. Bueno, y además con gente muy amable, con lugares para visitar, con museos. Tengo ya sacada las entradas para ir hoy y mañana al Museo del Prado.

-. Y con la comida ,ni les cuento: jamones, pescados, quesos. Te comés un jamón pata negra 100% ibérico y un queso manchego. Todo alternado con vinos de la Ribera del Duero y con riojas. Anoche me comí un bocadillo de calamar. Me llevo a Adrián Cagnolini, él es el culpable, pero bueno, por suerte pago él.

-Y me dijo vamos acá al Brillante, que es un lugar típico frente a la estación de Atocha. De paso, la estación está iluminada Atocha, cuidada. Todo el mundo cuida todo, ¿eh? No veo cosas rotas, sucias. Bebedores hay por todas partes. Y funcionan todos,

-También hay baños públicos limpios , con jabón, papel. Tengo un hotel, a metros de la Gran Vía, un hotel maravilloso, 5 estrellas. Pero los baños públicos no tienen nada que envidiarle a los del hotel. Los sanitarios nuevos, todos sanos, hay papel, hay para secarte las manos .Todo brilla, -Hay carteles en la vía pública para que la gente no tire chicle al piso. Y debajo del cartel hay una explicación de cuánto tarda el chicle en reciclarse .Y funciona.