¿Valen la pena los tours de compras a Chile?

Hoy quiero hablar sobre una noticia que resuena en los diarios: el regreso del furor por las compras en Chile. Cuarenta micros por día cruzan la frontera para que los argentinos se lancen de shopping al país vecino. Desde este mes, el paso internacional en Mendoza está abierto veinticuatro horas y, con el dólar planchado en Argentina, la ventaja cambiaria nunca había sido tan atractiva.

Los artículos que atraen a los compradores son variados: ropa urbana, zapatillas, teléfonos celulares, televisores, pavas eléctricas, y otros artículos del hogar, que, en promedio, cuestan un cincuenta por ciento menos que en Argentina. La gente se dirige a lugares icónicos como Las Condes, donde se encuentra el Mall Parque Arauco, o a Providencia, con el Costanera Center, zonas que además son más seguras.

Recuerdo una experiencia personal que viví hace años cuando fui enviado por Cadena 3 para cubrir esta locura. Estaba en un hotel en Viña del Mar, y al tomar el ascensor, me encontré con un panorama insólito: los televisores en el suelo, alineados, mientras sus dueños corrían por las escaleras para no perderse el que bajaba por el ascensor. En el aeropuerto de Córdoba, era común ver más televisores en la cinta de equipajes que valijas.

Una historia reciente que me llegó es la de Alejandra, una mujer de 50 años que decidió viajar con su pareja e hijos en camioneta desde Recoleta, Buenos Aires. Salieron de madrugada, pasaron la noche en Mendoza, cruzaron la cordillera al día siguiente y a las 4 de la tarde ya estaban comprando en H&M. Para mí, esto es un esfuerzo considerable, pero entiendo que hay quienes lo hacen. Sin embargo, me pregunto: ¿vale la pena el viaje?

La realidad es que, a menos que tengas un interés genuino en conocer Chile, el costo del viaje, sumado a la nafta, el hotel y las comidas, puede hacer que la compra no sea tan conveniente. Por ejemplo, se habla de un tour de compras desde Córdoba a Chile, con coche cama y dos noches de hotel, por 289 mil pesos por persona. Andrés Aguilera me comentó que compró cinco pares de zapatillas en Chile por 100 mil pesos, lo que invita a reflexionar si realmente es un buen negocio.

Por otro lado, Nancy me contó que su cuñado también viajó a Chile y realizó una serie de compras, incluyendo cuatro cubiertas, y a pesar de que gastó lo mismo que si lo hubiera hecho en Argentina, disfrutó de un paseo de tres días con su familia. Los precios son tentadores: un jean en H&M cuesta 20 dólares, un par de zapatillas Nike 38, y un buzo GAP, 25. Sin embargo, el iPhone 16 y una notebook HP tienen precios que pueden hacer pensar dos veces a cualquier comprador.

Lo que me preocupa es que nos hemos acostumbrado a pagar en cuotas, incluso un par de zapatillas en 18 meses. ¿Es normal que esto sea parte de nuestra vida diaria? Además, la carga impositiva que enfrentamos es alarmante, y es uno de los factores que empuja a la gente a buscar alternativas en el exterior. Algo está pasando en nuestro país, y no parece normal que para comprar un televisor, la diferencia de precio cubra el costo del pasaje a Chile.