30 años del filme que reinventó los efectos especiales

Todo lo que toca James Cameron se convierte en oro. Con sus películas, el gran director y productor puede darse el lujo de competir, y ganar, hasta con la industria pesada. En estos días está cumpliendo 30 años la segunda de Terminator, “El juicio final”, otra de las que hizo historia, marcó tendencia y quintuplicó la inversión.

También allanó el camino para que su protagonista, Arnold Schwarzenegger llegara una década después a la gobernación de California, cargo en el que permaneció durante dos períodos consecutivos. Pero el fervor popular por el personaje empezó con la primera de la saga, en 1984, que ofició de presentación del ciborg exterminador encarnado por el ex mister universo que encontró el personaje perfecto para su imponente musculatura y su rostro pétreo, capaz de ocultar cualquier emoción.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

El argumento es atractivo por donde se mira. Arranca en 2029 cuando después de devastar el planeta y esclavizar a sus habitantes, máquinas gobernadas por inteligencia artificial están a punto de perder la batalla contra la resistencia humana, liderada por John Connor

/Inicio Código Embebido//Fin Código Embebido/

Saltos en el tiempo, enfrentamientos con robots asesinos y una banda sonora impactante caracterizan a “El juicio final” que se inicia en 1995, cuando Connor (Edward Furlong) tiene 10 años y vive en Los Angeles junto a sus padres adoptivos. Su madre, Sarah Connor (Linda Hamilton), ha venido preparándolo durante toda su vida para que lidere la resistencia humana contra Skynet, pero absolutamente todo se complica cuando es arrestada y enviada a un hospital psiquiátrico luego de intentar explotar una fábrica de computadoras.

/Inicio Código Embebido//Fin Código Embebido/

Además del apoyo del público la segunda de la saga fue unánimemente reconocida por la crítica como la mejor y tuvo una espectacular cosecha de premios Oscar, a mejor sonido, edición de sonido, efectos visuales y maquillaje .

Se hicieron decenas de notas antes y después del estreno sobre el entrenamiento que recibió Linda Hamilton para encarnar a su personaje. Trece semanas antes de la filmación corrió e hizo pesas con personal trainers durante 3 horas diarias, 6 días a la semana. En el anecdotario de la producción figura también el problema auditivo permanente que sufrió la actriz cuando, al parecer, cansada de la reiteración de tomas se quitó la protección que tenía para sus oídos y enfrentó sin ella nada menos que la escena del tiroteo en el ascensor.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

El filme involucró además a otra integrante de la familia Hamilton. Leslie, la hermana gemela de Linda, ofició de doble en las escenas que involucraban a las dos Sarah Connors. Arnold dejó para la historia del cine dos frases repetidas, celebradas y parodiadas. Una, “sayonara, baby” estaba en el guión, la otra se le ocurrió a él y la dijo probablemente un día de trabajo intenso. ”Necesito unas vacaciones” lanzó, convencido, el ciborg, tan agotado como cualquier mortal oficinista o ama de casa después de una jornada agotadora.

Terminator 2 abrió el camino para Terminator 3: la rebelión de las máquinas (2003), Terminator Salvation (2009), Terminator Génesis (2015) y Terminator: Dark Fate (2019). La última es una continuación alternativa de la 2 y no tiene en cuenta las demás películas.

Pero “El juicio final” es sin dudas la más exitosa y por ese motivo en 2017 se relanzó en resolución 4K y en 3D.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Un capítulo aparte es el de los efecto especiales. James Cameron le encargó la tarea a Industrial Light and Magic, la empresa de George Lucas. El villano encarnado por Robert Patrick debía transformase reiteradamente y para lograr capturar su forma, la de un robot asesino en forma líquida, pintaron una cuadrícula negra en su cuerpo con la cual podían medir cada uno de sus movimientos y registrarlos con multiplicidad de cámaras desde distintos ángulos.

Terminator 2 “El juicio final” se estrenó el 1 de julio de 1991 en los cines Cineplex Odeón Century Plaza de Los Angeles y recaudó 520 millones de dólares lo que la convirtió en la más taquillera de ese año. Fue nominada a los Oscars y se llevó 4, aunque todos son de la faz técnica, y tuvo nominaciones para los Bafta, los Satum y los MTV Movies.