"Amor y muerte": un crimen sangriento en una comunidad devota y pacífica

Por María Rosa Beltramo.

"Amor y muerte" tiene siete episodios que HBO Max entregó en dosis semanales y que, felizmente, ya completó y se pueden disfrutar en esas sesiones maratónicas típicas de los fines de semana, porque es probable que los que la empiecen a ver no se levantan hasta saber cómo termina.

La historia no puede ser más convencional. Transcurre en los 80 , en una pequeña localidad del estado norteamericano de Texas y sigue a integrantes de una comunidad devota de Dios -gran parte del día gira en torno de la iglesia-en ascenso económico y con una rutina inconmovible que va de la casa al trabajo, de ahí al colegio de los chicos ,alguna vez al campo de deportes y siempre, de nuevo, al templo.

Todos son incapaces de matar a una mosca y cada actividad que inician tiene siempre el plus de que antes de emprenderla controlan si es o no agradable a los ojos de Dios o, eventualmente, de la pastora o el pastor que dirige con mano de hierro los destinos de la comunidad.

Los hombres cumplen con la misión de ser proveedores y trabajan fuerte en bancos y compañías de seguro y sus mujeres cuidan a los chicos , mantienen la casa impecable , preparan todos los días comidas como ganar el mundial de Masterchef, se pintan y se despintan las uñas, van a la iglesia y, algunas veces, se aburren.

Candy Montgomery (una espectacular Elizabeth Olsen) es un ama de casa arquetípica y adaptada que está casada con Pat (Patrick Fugit) y es madre de dos niños.

Un día, a la salida de la iglesia, tiene un pequeño traspié, cae y el que se acerca a darle una mano es Allan Gore (Jesse Plemons, imperdible) un rubio desabrido y robusto al que, por esas cosas del destino, ella mira de un modo nuevo que le permite descubrir en un tipo común y corriente, algo extraordinario.

Hay que decir que aunque se trate de un hecho real, el que tomó los hilos de la historia para hacerla visceralmente atractiva es David Kelley y entre los productores está Nicole Kidman a quien aquel dirigió en la exitosa "Big Little lies".

A partir de esa mirada entre Candy y Allan todo se precipita.Ella va al frente y le dice que quiere tener algo con él. Cinco minutos lo piensa el muchacho y al sexto ya están encaminándose , presurosos, al motel más próximo en el pueblo vecino.

Hay que aclarar que Allan está casado con Betty (Lily Rabe), ambos son padres de dos niñas y quieren agrandar la familia . El espectador lo sabe porque la pareja está asistiendo a una clínica de fertilidad y sigue esos engorrosos tratamientos que obligan a hacer el amor en día y horas determinadas , marginando en ocasiones al deseo.

Y además de sexo por obligación, el personaje que interpreta Plemons empieza a tener relaciones apasionantes con Candy. Las dos parejas siguen frecuentándose y unos se hacen cargo de los hijos de los otros , se apoyan, charlan, ríen pero la sombra de una sospecha se instala en algún momento y rompe para siempre el clima de buena vecindad.

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En algún momento un crimen horrendo tiñe de rojo esa escenografía de la casita feliz y perfecta. Todo ocurre cuando Candy pasa por la casa de su amiga Betty para buscar a la hija de los Gore y llevarla a natación.

Al parecer el guión de Kelley respetó lo que pasó en la ciudad texana. Betty, que hasta entonces apenas si había acumulado algunas dudas, apareció con un hacha y le dijo a su amiga que no soportaría un minuto más de la relación entre su marido y Candy.

Lo demás hay que verlo . Está elaborado con maestría. El enfrentamiento termina con una muerte sangrienta-los diarios del día siguiente revelarían que el asesino le asestó al ama de casa 41 hachazos-y a partir de la investigación que se abre , ocurre la transformación de algunos de los personajes y un atractivo juicio .

El homicidio marcó el fin de una época y transformó a una pequeña y tranquila comunidad en el foco de atención de todo el país.

En el elenco están también Kristen Ritter y Tom Pelphrey , la recreación de época es perfecta y las actuaciones Olsen y Plemons garantizan una producción de calidad.