Atracción fatal: la pareja original incendiaba la pantalla; la actual la entibia

La decisión de  convertir al formato serie la película "Atracción fatal" funcionó muy bien.La  plataforma Paramount + tiene los tres capítulos iniciales y, obviamente, está entre los contenidos más vistos .

Han pasado 36 años desde que se estrenó la historia del abogado que se quedaba solo el fin de semana y coincidía en un barcito con una editora desenfadada que andaba por el mundo como si fuera una emperatriz.

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Michael Douglas en su mejor momento y una debutante Glen Close se hicieron cargo de esos personajes que incendiaron la pantalla con una relación prohibida y fugaz-el estaba "felizmente" casado-y que hacían el amor en el ascensor, en  la cocina y en el pasillo.

La serie  tuvo que aggiornarse a los requerimientos de  la época  y el personaje femenino que ahora quedó en manos de Lizzy Caplan no tiene la locura espontánea que consumía  cada centímetro de la Alex que hacía Close.

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Su transformación de amante càlida a destructora de hogares  no tiene el impacto que convirtió al film de Adrian Lyne en objeto de estudio sociológico. En la serie la historia arranca cuando Dan obtiene la libertad condicional tras sufrir una larga condena por el crimen de Alex.

Empezar por el final siempre es una decisión dramática controvertida que inexorablemente afecta lo que viene después. El suspenso está dosificado y hay nuevos elementos para juzgar el proceder de los que se convertirán en amantes.

En la serie , la niñita que tenía como mascota al suave conejito que la amante del padre decidía cocinar -"la" escena clave del film que permitió acuñar decenas de frases sobre las "locas despechadas"-crece hasta convertirse en una joven profesional independiente, que ha crecido en ausencia de su padre.

Pero lo que tal vez extrañan los que vieron la película y ahora están pendientes de los capítulos que liberará semanalmente Paramount + , es la química entre los personajes.

Es como si lo que les sucedía al Dan de Douglas y la Alex de Close fuera inevitable, tal era la atracción casi animal que los unía.

En cambio, el espectador tiene la impresión que Joshua Jackson y Lizzy Caplan tal vez podrían detenerse  a tiempo. O empezar de nuevo.

En lo demás la serie es hasta superior a la película  porque hay elementos nuevos para considerar que van desde la frustración del personaje masculino cuando espera un ascenso, hasta la mirada de su hija-representante de la nueva generación- y el rol de la esposa .