El público de Netflix consagra a las series argentinas

Desde que Netflix llegó al país con su oferta de cine, series y documentales a domicilio, la tercera semana de este agosto merece inscribirse con caracteres especiales porque en el ranking que elabora la plataforma consiguieron ubicación “El Reino”, en el primer lugar, y “Okupas” en el décimo. Veinte años de distancia entre ambas, un mundo que cambió y dos ficciones nacionales que logran imponerse en un catálogo plagado de propuestas internacionales.

La serie que escribió Claudia Piñeiro, dirigió Marcelo Piñeyro y tiene a un elenco parejo encabezado por Diego Peretti y Mercedes Morán, es un thriller que combina política, religión y oscuros secretos. Surgió de una contrapropuesta que la guionista y el realizador le hicieron a los ejecutivos de Netflix cuando hace un par de años los convocaron para pedirles que hicieran la continuidad de “Las viudas de los jueves”.

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El fenómeno “Okupas” es más difícil de explicar. El grupo de marginales que lidera Rodrigo de la Serna y forman otros tres veinteañeros era, al momento del estreno en el lejano octubre del 2000,una apuesta arriesgada del novel director Bruno Stagnaro que anduvo deambulando varios meses hasta encontrar financiación y pantalla para la aventura de entretener con la estética de la miseria , en los márgenes de la legalidad.

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El país se desbarrancaba en una de sus crisis cíclicas y los televidentes se asomaban a la realidad del jovencito de clase media que aceptaba el encargo de una prima para vivir en una casa que se estaba viniendo abajo, hasta tanto pudieran venderla y para evitar que en el mientras tanto se apoderaran de la construcción ocupas desconocidos.

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Junto a Ricardo (De la Serna), la realización de Stagnaro sirvió para hacer populares a Walter (Ariel Staltari), El Pollo (Diego Alonso) y Chiqui (Franco Tirri) que supieron aportarle frescura, algo de humor, mucha acción y violencia al cuarteto que se formó en torno de una vivienda maltratada, semiderruída, sucia y laberíntica , llena de pasadizos .

Excepto por la música, que tuvieron que modificar para evitar el pago millonario de derechos, ”Okupas” se ve ahora en Netflix, exactamente como hace 20 años en lo que era entonces Argentina Televisora Color y permite, entre otras cosas, confirmar que en nuestro país la inflación es una realidad capaz de colarse en cualquier ficción. Cuando los protagonistas hablan de plata, el espectador no sabe si reír o llorar.

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No es difícil imaginar que, en función del éxito de las dos series, guionistas, realizadores y actores argentinos tendrán nuevas posibilidades de mostrarse. Es verdad que hay creadores desencantados, pero la mayoría disfruta de las nuevas posibilidades expresivas.

Claudia Piñeiro declaró recientemente que “para un escritor es bastante difícil vivir solo de los derechos de autor de las novelas “ y eso que ella integra el selecto grupo que tiene buenas ventas y que además ha llevado al cine varios de sus libros. Asegura la autora de “El Reino” que “pensar historias para plataformas nos da un ingreso que nos permite vivir con comodidad. Son trabajos temporales pero se están convirtiendo en una fuente laboral importantísima para nosotros”.

En cambio, Adrián Caetano (“Pizza, birra, faso”; “Tumberos” y “El Marginal”) terminó con un sabor amargo tras escribir, producir y dirigir “Apache” porque, a su juicio, “las plataformas no reservan ningún lugar para la mirada del autor”. Su decepción llegó a tanto que, poco antes del estreno de la serie sobre Carlos Tevez, se permitió rechazar públicamente el tráiler difundido por Netflix.

Así las cosas y aunque los autores tengan pretensiones que no siempre el streaming satisface, es auspicioso el respaldo del público a las ficciones argentinas. Eso garantiza que tendremos nuevas series nacionales y pantalla para actores, actrices, escritores y realizadores.