La serie sobre el asesino serial Dahmer acumuló 701 millones de horas de emisión

 La historia de Jeffrey Dahmer debutó con nada menos que 196 millones de horas vistas en su primera semana. Una llegada triunfal, que superaba lo conseguido en su apertura por cualquier serie o película de Netflix, estuviera o no en inglés. 

La historia de Jeffrey Dahmer ha sumado en esta última semana 205.33 millones de horas vistas, lo que la convierte en la segunda serie en inglés más vista de la historia de Netflix. Ha superado a la segunda temporada de Los Bridgerton pero se ha quedado por detrás de Stranger Things 4. Con respecto a esta último pende una amplia brecha, pues la cuarta entrega de la serie de los Duffer terminó sus 28 días de baremo con 1.350 millones de horas vistas: una salvajada que es dudoso que Dahmer pueda igualar, ya que solo le quedan nueve días por delante para disputarle el puesto. 

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Igualmente, es todo un triunfo para la serie de Ryan Murphy, y un triunfo que probablemente haya que vincular a la polémica suscitada por la protesta de familiares de las víctimas que  desde el comienzo han sostenido que , desde cierta perspectiva, la historia  puede convertir a un temible criminal en una especie de super héroe.

Por supuesto, no se puede pedirle objetividad a las personas que directa o indirectamente han sido víctimas de Dahmer, pero lo real es que para el común de la gente, el protagonista de la historia es un ser profundamente desagradable  que genera inquietud y miedo.

Un capítulo aparte que contribuye a acrecentar el interés lo constituye la policía, la que más pierde en términos de imagen en esta reescritura que se hizo para el guión de la serie.

La primera vez que los uniformados  se cruzan con un joven Dahmer, él lleva en el auto, seis bolsas de basura que contienen el cuerpo desmembrado de una de sus víctimas.

La policía detiene la marcha del auto por conducción errática . Y cuando ven las bolsas, la alumbran con las linternas , interrogan y el asesino, con cara de inocente dice que es pasto porque viene de trabajar en su propio jardín. Y dejan que se marcha.

Poco después, otro de los hombres que mató y violó y que entonces era casi un niño de 14 años, logra incorporarse a pesasr de las drogas que le administró y llega hasta la casa de una mujer que convoca a la policía.

Dahmer llega, dice que es su novio  y que ha bebido demasiado, se ofrece a cuidarlo. Y dos policías escoltan a la víctima hasta la mismísima casa del caníbal de Milwaukee para que pueda asesinarlo con tranquilidad.

El otro tema que causa inquietud y que hace sumamente interesante esta ficción, es la familia del asesino serial.Algo disfuncional, pero sin  mostrar nada que explique la transformación de un adolescente ordinario, de clase media, en el monstruo que se conoce al final.

Una de las cosas que quizá  ayude a analizar el éxito de la serie en todo el mundo es cierto morbo con el que el público observa a la familia de Jeffrey buscando explicaciones.

Madre siempre enferma , ignorada por el esposo y finalmente ausente  cuando adopta la determinación de abandonar el domicilio común, Un padre  que hace su vida cerca de trabajo y apenas pasa por la casa  y que parece  ignorar todo lo que rodea a su hijo.

Y finalmente una abuela que vive,ve televisión,cocina o limpia a 10 escalones justos del sótano donde su nieto  droga, mata y desmembra a sus invitados.No importan las quejas de la familia de las vìctimas que afirman que la ficción ha modificado todo.

Precisamente de eso se trata. "Monstruo..." no es un documental, sino la vida ficcionalizada de uno de los peores criminales de Estados Unidos. Eso es lo que triunfa en Netflix, la serie, no el documental.