Las huellas argentinas en las producciones internacionales

Es inevitable experimentar una sensación de orgullo cuando en cualquiera de las producciones internacionales que estrenan las plataformas de streaming aparecen actores y actrices argentinos. 

España es el país que mayores oportunidades le ofrece a los nuestros y al grupo que integran Héctor y Ernesto Alterio -radicados desde hace años en Madrid- Ricardo Darín, Cecilia Roth, Oscar Martínez y Leo Sbaraglia, considerados casi binacionales, todos los años se añaden nuevos exponentes.

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Por estos días , quienes disfrutan de la popularidad que aportan las series exitosas en Netflix son Lali Espósito, una de las protagonistas de Sky Rojo, y Martina Gusmán en un rol destacado en El Inocente.

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Antes de que ellas ingresaran en el radar de los productores peninsulares, se había forjado una carrera en España el cordobés Alberto Amman quien tras obtener el protagónico de la película Celda 211 en 2009 consiguió un lugar en la agenda de cine y televisión y ha tenido apariciones en series como Apaches y Narcos.

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Otro de los argentinos es Leo Deluglio, un actor que dio sus primeros pasos en Patito Feo y ahora integra el reparto de "¿Quién mató a Sara?", la producción mexicana escrita por un chileno, que lideró en una parte de abril el ranking de lo más visto en el país. Leo, que ya cumplió 31 años, interpreta al protagonista, Alex Guzmán, en su versión adolescente y retornará cuando en la segunda parte, examinen los acontecimientos de esa jornada que es cuando ocurre la muerte de Sara, el hecho sobre el que volverán en cada capítulo.

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En países que hablan el mismo idioma es, sin embargo, un problema adoptar decisiones artísticas sobre el acento. Aunque Lali hace en Sky Rojo de una prostituta argentina, su personaje mezcla con absoluta arbitrariedad expresiones típicas de esta zona del mundo con otras propias de España. Su Wendy habla, por decirlo de alguna manera, bastante raro. En una misma oración es capaz de enfatizar el “che” con el que se dirige a sus compañeras de infortunio y, a continuación, puede comunicar algo como “no estoy dispuesta a follar con ese tío”.

En cambio, la producción de El Inocente dejó que Martina Gusmán, que casualmente también interpreta a una prostituta, emplee giros regionales cuando está trabajando y hable en argentino cuando está en su casa con amigos.

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Rodrigo de la Serna se incorporó a la tercera parte de La Casa de Papel. Con la careta de Salvador Dalí y el mameluco rojo, se metió en la piel de Palermo, un ingeniero amigo de Berlín (Pedro Alonso), hermano del Profesor (Alvaro Morte).

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Oscar Martínez tiene un lugar tan central en España que hace poco se mudó a Madrid. Además de sus películas nacionales, Netflix también tiene "Vivir dos veces", donde hace de un catedrático ya retirado que, inesperadamente, hace un consulta médica por un episodio extraño del que ha sido protagonista y le diagnostican alzheimer.

A esa lote de estrellas nacionales que brilla en otro cielo, se añade la de los argentinos por elección de ellos y por soberana decisión nuestra. En esa categoría revisten Viggo Mortensen, nacido en Nueva York y con ancestros escandinavos, pero, sin dudas, más porteño que Gardel, el hombre que merodea desde años la proximidad del Oscar y alguna vez levantará su estatuilla , de impecable smoking y con gemelos y corbatero de San Lorenzo.

Viggo hace un montón de años que es nuestro y si en los últimos meses lo hemos abandonado un poco es sólo por la fascinación que ejerce Anya Taylor Joy, la Beth Harmon de Gambito de Dama que, en pleno éxito de la serie, recordó su niñez en Buenos Aires, ratificó su devoción por los churros y los alfajores y en medio de una entrevista en inglés sacó a relucir la argentinidad al palo con un par de palabra y generó una corriente de amor que amaga con llevarla en andas cada vez que aparece en la tele.