"Succession" y un capítulo para la historia: memes, emoción y reacciones

Por Francisco Vidal

"Succession" es una de las mejores series de los últimos 20 años. Sobre eso ya no hay discusión. Un elenco brutal y la sutil mezcla entre el drama y el humor ácido contada en un ritmo frenético justifican la tonelada de premios que recibe cada año.

Desde ese terreno elevado es que semanas atrás se estrenó la cuarta y última temporada de esta ficción de Jesse Armstrong sobre las disputas por el poder y el dinero en una familia que tiene el conglomerado mediático más grande de Estados Unidos.

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Cada domingo llega un nuevo episodio y luego de dos primeros en los que parecía que ya se estaban reciclando los mismos recursos de temporadas anteriores, todo cambió.

A continuación, hay spoilers del capítulo 3 de la cuarta temporada de "Succession":

La adictiva melodía de la introducción llegaba y uno se preguntaba si dejaba el episodio para algún momento de la semana. La decisión hubiese significado algún inevitable spoiler en las redes sociales, que se llenaron de memes y reacciones. 

Tres de los hijos de Logan Roy, el patriarca de esta familia, ya unidos -aunque cada uno con su propio interés- en jugar en contra de su padre viven casi sin interés el casamiento de su hermano Connor en un yate, hasta que un llamado lo cambia todo.

Tom -que gana cada vez más terreno- les tiene que avisar a Kendall y a Roman que su padre está muy mal. Se descompensó en un vuelo a Suecia para negociar la venta de una empresa y, según relata, el panorama no es alentador.

Es así que con una impactante destreza técnica el director Mark Mylod muestra en tiempo real, con el público tan confundido como los protagonistas, que uno de los mejores personajes de la televisión está muriendo.

Lo más increíble acá es que al principio uno duda si no es una jugada de Logan contra sus hijos, algo que perfectamente podría ocurrir por su cinismo. Y quizás lo mejor sea la arriesgada decisión de matar al personaje rápidamente, casi sin mostrarlo, repentinamente y en el tercer episodio de una temporada de diez capítulos. No hay últimas palabras, no hay una última mirada. Porque la muerte es así, llega en el baño de un avión, sin avisar. 

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En esa media hora para el recuerdo, Sarah Snook (Shiv), Kieran Culkin (Roman) y Jeremy Strong (Kendall) dan una clase inolvidable de actuación. No necesitaron gritos, exageraciones, sino pequeños gestos que mostraron lo inentendible que es despedirse de su padre así; lo incómodo que era decirle un último adiós a alguien con quien tuvieron más asperezas que cercanías. 

El final también es exquisito y tiene que ver con el destino que les tocó. Son los hijos de un empresario y no pueden hacer el duelo tranquilos, no pueden llorar a su padre. Tienen que enfrentar a los medios y ver qué pasará con el mercado -aunque digan que no es momento de hablar de eso, lo terminan haciendo casi por ósmosis-.

La disputa por el poder ahora será mayúscula y qué mejor para esperarla que algunos memes de Twitter, el lugar predilecto para estas series "evento", donde encontrás tus sensaciones con las de otros.  

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