Tato Quattordio: "Hacer policial fue un desafío y un placer"

Por Francisco Vidal

Renato "Tato" Quattordio es el protagonista de "El Mundo de Mateo", la miniserie policial de Flow que estrenó recientemente su segunda y última parte.

El actor de 23 años destacó en diálogo con Pasen y Vean que trabajar por primera vez en el género fue "un desafío" pero a la vez un placer y remarcó que la temporada final se vuelve "más oscura".

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Tráiler de la segunda temporada de "El Mundo de Mateo".

Con la participación de actores como Fernán Mirás, Luciano Cáceres, Cecilia Dopazo y Federico D'Elía, la serie sigue la historia de un adolescente que queda involucrado en una turbia red de secretos en el pueblo en el que vive tras ser acusado de un asesinato.

La acusación se da porque fue el último que estuvo con un compañero del colegio que apareció muerto. El problema es que Mateo sufre desmayos, alucinaciones y luego olvida todo, lo que le ocurrió cuando el episodio fatal tuvo lugar.

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"Mateo cambia la personalidad, su punto de vista y empieza a querer hacerse cargo de la investigación con su papá (Fernán Mirás). También se encuentra con el personaje de Malena Narvay, empieza a desenvolver parte de la adolescencia, el amor y hasta del sexo, esas cosas que están en el mundo adolescente (...) La segunda temporada es un tanto más oscura creo yo que la primera", resume Quattordio.

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-¿Por qué creés que a la gente le puede interesar “El mundo de Mateo”?

Es un thriller policial, que es un género que en la ficción atrapa mucho al espectador. A la primera temporada la verdad que le fue muy bien y hay muchos condimentos, es un crimen que se termina de resolver en esta segunda temporada, para los que vieron la primera y tienen dudas, está bueno para ver cómo se da el cierre final a la historia.

Tiene muy buenas actuaciones y escenas, en esta segunda temporada hay una fuerza mayor en el contenido visual de la serie. También tiene un elenco muy importante y un gran director (Mariano Hueter), estamos muy orgullosos y se sostiene el nivel.

-¿Podrías describir un poco a Mateo?

Mateo es un chico de pueblo un tanto introvertido, sensible, con no mucha capacidad de expresión, de exteriorizar sus problemas. Por eso se habla de que tiene un mundo interno muy grande, es una dualidad entre el exterior y lo que tiene dentro suyo. Cuando se conecta con preguntas y cosas que le ocurrieron en su vida tiene la capacidad de ir a buscar información y claves que le ayudan a resolver después en la vida común y corriente los problemas que tiene alrededor suyo y en los que se metió.

Federico D'Elía interpreta al director del colegio de Mateo.

 -¿Te identificaste con alguna característica del personaje?

En todos los personajes trato de hacer una vinculación un poco con algunas cosas que me pasaron a mí y otras que tal vez no, pero las vi.  

Cuando llegó la propuesta de un pibe en el ultimo año del colegio traté de jugar con lo que había sido mi experiencia en el colegio con mis amigos. Es un chico que no tiene capacidad de desenvolverse con sus pares e hice un mix a partir del guión.

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-Trabajaste en producciones como "Once" y "Simona", pero no habías tocado el género policial. ¿Fue grande el desafío o te adaptaste fácilmente? 

Fue un desafío pero lo disfruté mucho. Me encantó hacerlo. Al mismo tiempo fue un placer. Cuando leí los libros de la primera temporada estaba todo escrito, tuvo dos años de preproducción.

Cecilia Dopazo y Fernán Mirás en "El Mundo de Mateo".

Un policial tiene que tener un guión muy sólido y estaba todo clarísimo. Era tratar de conectar con Mariano (Hueter, el director), Tomás Wicz, Tomás Kirzner que se sumó, Male Narvay, Luciano Cáceres, Martina Gusmán. Es un elenco tanto de actores y actrices grandes como de mi propia generación que nos enriquecemos y ayudamos mucho. 

-¿Cómo fue la relación con el director?

Con Mariano nos entendimos mucho desde el primer momento, cuando buscábamos el tono del personaje, la voz. Es un director que hace sentir muy tranquilos a sus actores y actrices, da las indicaciones justas y nos reímos mucho. Tenemos una relación de amistad porque es un chico joven y yo soy mucho más chico. Está muy buena la segunda temporada y estoy muy contento por él, porque sé que va a seguir creciendo un montón.

Luciano Cáceres es el comisario Ledesma.

-La segunda temporada profundiza en la corrupción policial-judicial y en los problemas adolescentes. También toma otros matices más crudos vinculados a las drogas y toca por primera vez el amor. ¿Cuáles son para vos los principales cambios y qué es lo mejor de esta segunda parte?

La primera parte presenta cuál es la situación, el crimen, la incógnita. El objetivo es empezar a entender qué pasó, los personajes tampoco saben y van descubriendo con el espectador. Mateo tiene un lapsus y no sabe cuánto tiene que ver en el crimen, si es realmente culpable, si hay otras cosas atrás.

Las series son un híbrido entre el cine y la TV muy interesante

Y la segunda está buena, se abre mucho más el universo, se entiende mucho más cómo funciona esta corrupción en un pueblo, con el comisario, ciertos personajes con poder que empiezan a armar todo un entramado corrupto para salirse con la suya. También se mete más profundo con el drama de la adolescencia. Hay algo mayor todavía y atrás de lo que termina siendo el crimen, es como una bola de nieve. 

Malena Narvay en "El Mundo de Mateo".

-Para la segunda temporada ya habías tenido experiencia en cine con la película "Yo, adolescente". ¿Eso representó para vos algún cambio o crecimiento?

Empezamos a grabar la serie en marzo del 2020 y nos agarró justo la pandemia. Hubo un tiempo en el medio donde a todos nos cambió la vida. Venía en un ritmo de estar trabajando mucho y puse los pies en la tierra, valoré mucho más la oportunidad de poder grabar. Lo tuvimos que hacer en febrero con todos los protocolos, barbijos, testeos y distancias. Pero al mismo tiempo estábamos muy contentos de volver a grabar, es un privilegio y soy consciente de los privilegios de poder trabajar en esto.

-¿Cómo te proyectás a futuro? ¿Haciendo más cine y series?

A mí me gusta un poco de todo. Disfruté mucho de cada proyecto. Empecé haciendo teatro con amigos en el Teatro Porteño de la calle Corrientes y me encantó. Después hice televisión y me gustó mucho por la dinámica y por lo divertido que puede resultar un equipo. Cuando hice cine me quedé flechado con esa energía que tiene. Aprendo de todo, me gusta mucho el cine y laburar ahí. Hoy hay un hibrido muy interesante que son las series, no es televisión, tampoco una película y tiene mucha calidad cinematográfica. Es un lindo terreno para trabajar, yo soy mas de ver películas pero no es cine de autor independiente y tampoco es televisión.