"Three Pines" resolvió con maestría la primera temporada y reclama otra

Por María Rosa Beltramo.

Sería una lástima que dejen a los espectadores que devoraron "Three Pines" sin la continuidad de la historia cuya primera parte tuvo un argumento atrapante y culminó de una manera que exige puntos suspensivos en lugar del punto final.

La primera parte se resolvió en ocho episodios y está disponible en HBO Max. "Three Pines" es el nombre de una ciudad de fantasía, ubicada en el corazón de la región de Quebec , en Canadá.

La serie sigue al inspector Armand Gamache, interpretado por Alfred Molina , el actor británico capaz de jugar los roles más diversos, que el gran público conoció por su interpretación de Dr Octopus en dos de las películas de Spiderman.

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Basada en los libros de la escritora Louise Penny, Gamache y sus colaboradores investigan una serie de asesinatos desconcertantes en el pueblo aparentemente idílico de Three Pines y descubren los secretos enterrados de sus excéntricos residentes.Como en toda buena narración del género, el inspector tiene su propio conflicto enterrado en la memoria , que con cierta frecuencia emerge atraído por la dinámica del presente.

La historia arranca con una manifestación de representantes de un pueblo originario canadiense reclamando que se investigue la desaparición de Blue Two-Rivers, una joven de 18 años de esa comunidad.

Aunque hay indicios múltiples de que las autoridades no están bien dispuestas para iniciar una investigación en la que no creen, Gamache aparece en escena como un policía comprometido, serio,reflexivo e inteligente que, en contra de las órdenes y los deseos de la superioridad, moverá cielo y tierra para saber qué fue de la adolescente desaparecida.

Además de la trama estrictamente policial ,con un diseño efectivo pero nada original-un pueblo pequeño y paradisíaco en el que se produce un número inusual de asesinatos- los ocho episodios que tienen a Emilia di Girolamo como showrunner abordan además conflictos de la historia real canadiense .

El más importante de los cuales es el rol de la iglesia en la administración de colegios a los que iban a parar a principios del siglo pasado chicos de comunidades originarias a los que despojaban de su nombre, su familia y de su lengua en aras de la supuesta integración que el país reclamaba.

Hay además un crimen extraño, cometido delante de decenas de personas que observan un partido de curling,el que fuerza el desplazamiento hacia la ciudad que le da nombre a la producción, del inspector y sus colaboradores.

Entre ellos están Isabelle Lacoste (Elle Maijá), la segunda de Gamache y en el rol del teniente Jean Guy, Rossif Sutherland, el más joven de la familia, hermano de Kieffer e hijo de Donald.

Alfred Molina elabora un personaje a la altura de su prestigio que, además, tiene el plus de las características que le ha otorgado la escritora Louise Penny. Gamache es muy educado, jamás levanta el tono de voz, tiene una mirada positiva aunque , lógicamente, vive investigando hechos trágicos.

Y posee además un recuerdo de la infancia que no lo deja en paz y que aflora de vez en cuando y lo entristece.La actriz Marie France Lambert cubre en la serie el rol de la esposa del policía .

La pareja tiene una relación intensa y de profunda empatía lo que permite un par de escenas de gran belleza cuando se muestra la conexión de los esposos separados por cientos de kilómetros .

La serie ha reservado momentos de gran belleza visual con la inclusión de una urraca azul, un ave que aparece en los momentos claves, subrayando la acción dramática .

El único problema de "Three Pines" es lo que ocurre en el minuto final del octavo episodio. Y eso exige una segunda temporada de la que, hasta el momento, no hay ninguna garantía.

Hasta ahora, la continuidad sigue sin definición.Los productores guardan silencio y lo único que ilusiona a los fanáticos es que Alfred Molina dijo que el personaje que le tocó interpretar dá para más y le gustaría empujar sus límites

“Es la mejor participación que he tenido en la televisión, por todas sus contradicciones. Es un hombre de buen gusto, pero creo que es un poco snob"

«Parece tener una paciencia infinita con las personas que no están haciendo exactamente lo que él necesita que hagan, pero también se toma el tiempo para señalar dónde se están equivocando».

Lo importante es que volvamos a verlo.