Todos queríamos que el premio fuera para Bob Odenkirk

Por María Rosa Beltramo

Los fanáticos de “Better Call Saul” recordaremos por siempre y para siempre la edición 74 de los Emmy porque estamos convencidos de que se ha perpetrado una imperdonable injusticia. Bob Odenkirk, el actor que creímos se llevaría uno de los premios más justificados de la noche, volvió a su casa triste y vencido y con las manos vacías.

Seguramente él encontrará otra oportunidad en una nueva serie, pero los espectadores ya no tendremos ocasión de que la industria de la tele y el streaming destaquen la labor de un intérprete que, básicamente, nos hizo felices.

“Succession”, la creación de Jesse Armstrong sobre la poderosa familia Roy, se alzó con el galardón a la mejor serie dramática. Esa era una de las chances de “Better…” pero no la principal.

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Destronar a Brian Cox y sus chicos era virtualmente imposible pero, en realidad, todos apostábamos a que Bob fuera considerado el mejor actor. Podíamos adivinar hasta el discurso de agradecimiento, los guiños, algo de humor o medio paso de baile.

Es que Odenkirk hizo maravillas como Jimmy McGill y como Saul Goodman. Vince Gilligan y Peter Gould, sus creadores, le bordaron un artístico “The End” a la sexta temporada. Los últimos capítulos de la sexta temporada competirán el próximo año: es la chance de que ese reconocimiento llegue.

La ilusión que alimentamos con cada episodio de la historia del abogado que atendía en la parte de atrás de una peluquería fue pulverizada cuando se anunció el premio del mejor actor para Lee Jung Jae, el coreano de “El juego del calamar”.

Los norteamericanos suelen ignorar olímpicamente a las producciones cuyo idioma original no es el inglés, pero justo este año decidieron ampliar sus miras y se rindieron ante un fenómeno que tuvo impacto a escala global.

Las redes sociales ardieron cuando se hizo evidente que la del lunes no era la noche para “Better…” ni para Bob . Y que tampoco se llevaría nada Rhea Seehorn. Los seguidores no tenemos consuelo, sobre todo porque estábamos seguros de que Odenkirk además de haber exprimido a sus personajes hasta logró sobreponerse a un infarto en pleno rodaje. ¿Alguien quiere algo más cinematográfico?

Y sin embargo aquí estamos solos y tristes, desconsolados. Lo único que podemos prometerte , Bob, es que los que disfrutamos de tu actuación la llevaremos en nuestra memoria y que siempre serás el mejor, aunque no hayas levantado el Emmy.