Un refuerzo en el sillón de Arturo Orgaz (Por Raúl Monti).

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Un refuerzo en el sillón de Arturo Orgaz

02/12/2019 | 12:28 |   

Raúl Monti

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Un refuerzo en el sillón de Arturo Orgaz (Por Raúl Monti).

La campaña de Belgrano en el ascenso argentino no resiste análisis ni justificaciones de ningún tipo, a poco de cerrarse la temporada más olvidable de la última década. Lleva 18 meses sin ganar fuera de casa, está entre las tres escuadras más goleadas del torneo y aunque dispone de uno de los mayores artilleros, paradójicamente su DT mandó a buscar un 9 como refuerzo, por las dudas se lesione Vegetti.

Su arquero perdió la memoria de mejores tiempos y hoy, ante cada centro que le llueve, el bueno de Rigamonti solo interviene para buscarla adentro y sacar del medio; tal como él mismo lo admitió recientemente.

El panorama es tan complicado como inesperado. Mientras deambula por la cancha sin coordinación y sin alma, todo Belgrano ha entrado en un peligroso cono de auto-negación de la realidad. Lo reconozca o no, si el histriónico Caruso no consigue una reacción a tiempo, “el celeste” puede caer en el embudo del Federal. Los primos de toda la vida podrían recordarle a Belgrano lo difícil que fue volver de ese agujero negro del fútbol nacional.

Defensivamente se han probado casi todas las fórmulas disponibles con casi todos los actores posibles. Sin embargo sigue siendo evidente que a Belgrano le falta voz de mando y liderazgo en defensa y un arquero confiable que te salve las papas. Mientras, puede seguir apostando a que Luján algo inventará y que el gringo Vegetti la seguirá metiendo.

Pero más allá de las cuestiones futbolísticas de rigor, hay un refuerzo de lujo que Belgrano se está negando a promover. Tiene nombre y apellido: Armando Pérez. El único dirigente con legitimidad para agarrar este timón en llamas.

Ganas tienen todos, plata y capacidad solo algunos. Curiosamente esos ingredientes, no coexisten en la misma persona salvo con don Armando. El que tiene plata no está interesado en involucrarse y los que tienen vocación política, no tienen un cobre.

La camiseta de Belgrano, sobre todo cuando se pone pesada, no es para cualquiera. Tampoco debería serlo el sillón de don Arturo Orgaz que hoy está en manos de un muchacho muy voluntarioso y honesto como Jorge Franceschi, pero que ha fracasado sistemáticamente en el arte de elegir refuerzos, técnicos e integrantes del departamento fútbol.

Esta política errada de patear la asamblea de renovación de autoridades para Abril del 2020 podría ser el golpe de gracia que definitivamente mande al tacho a éste Belgrano tan superavitario desde los balances, como paupérrimo desde lo futbolístico.

Armando quiere volver y Belgrano lo necesita ayer. No en Abril del 2020, a mes y medio de que concluya esta espantosa campaña.

“No hagamos la pre-temporada en Salsipuedes porque la palabrita suena fea ahora que estamos peleando el descenso” o “Vayamos a Necochea, por cábala” y otras pavadas se sospecha, anidan en la mente de algunos dirigentes celestes que pueden convertir este proceso político, ya no en ciencia ficción, como dijo Franceschi. Están demasiado cerca de convertirlo en una película de terror.