La democracia hereditaria: Natalia, Máximo y muchos más

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La democracia hereditaria: Natalia, Máximo y muchos más

17/03/2021 | 11:59 | De la Sota, Mestre, Kirchner, Soria: no paran de crecer los herederos de sangre azul en nuestra monarquía llena de patricios que se disfrazan de plebeyos.

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Una versión muy firme sostiene que Natalia De la Sota va a ser la primera candidata a diputada de Hacemos por Córdoba, el cordobesismo en su variante schiarettista. Si se da, la hija de José Manuel de la Sota trepará un estante más en la vitrina de los políticos dinásticos de la Argentina, esos de los que nunca sabremos si ocupan cargos por pasión y capacidad o sólo por tener sangre azul, por mera portación de apellido, en este caso por ser hija y nieta de gobernadores.

Aunque hasta pisando los 40 Natalia De la Sota no se había dedicado a la política, su bautismo fue a lo grande: en 2015 fue la primera candidata mujer en la lista que escribió su padre para el Concejo Deliberante de la capital. Por esas ramificaciones familiares que tiene nuestra República de los Linajes, esa vez compitió con su exmadrastra, Olga Riutort, candidata a intendenta. La carrera siguió, meteórica: en 2019, ya fallecido su papá, el prestigio de su apellido se aprovechó al máximo y encabezó la lista de legisladores provinciales. Y de entrada obtuvo la vicepresidencia de la Legislatura, algo que a los políticos que no provienen de la realeza puede llevarles toda una vida. Ahora, antes de concluir su mandato, volverá a cosechar su propio apellido pero para saltar al Congreso nacional. Nada mal para seis años de carrera. La aristocracia popular es rendidora.

La tendencia no para de ganar terreno. En Córdoba están los dos Mestre, Ramón hijo -ya con una trayectoria propia de magnitud-, su hermano Diego y Juan Negri. Todos herederos de padres políticos que se hicieron solos.

Como se ve, la “democracia de alcurnia” no es privativa del peronismo. Aunque al peronismo le encanta. El caso más notorio es, sin duda, el de los Kirchner. Néstor arrastró primero a su esposa, con quien soñó alternarse para siempre en la Presidencia. Y luego ambos criaron al príncipe Máximo, el hijísimo. El papá le transfirió La Cámpora como adelanto de herencia y se la adobó con fondos y empleos públicos.

Es un espectáculo asombroso ver hoy a los supuestos progresistas argentos militándole la alcurnia al Marqués de Río Gallegos, Conde de Tolosa, designado a dedo por su mamá presidente del bloque de diputados K. ¿Cómo no va a estar en contra del mérito esta gente?

Un caso fresquito es el de Martín Soria, flamante ministro de Justicia, heredero junto a su hermana -intendenta de General Roca- de su padre Carlos, que fue diputado por dos provincias, jefe de la Side, intendente de General Roca y gobernador de Río Negro.

Son apenas algunos ejemplos, pero alcanzan para exhibir el esplendor de nuestra democracia hereditaria, de esta monarquía llena de patricios que se disfrazan de plebeyos.