Cambio de gobierno
28/11/2019 | 16:39 | Las designaciones de Macri a último momento. Las reservas que avergüenzan a Fernández.
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¿Se acuerdan de cuando Alfonso Prat Gay habló de la “grasa militante”? El primer ministro de Economía de Macri Se refería a los miles de militantes nombrados en el Estado por Cristina Fernández a último momento. No le daban las manos a la expresidenta para crear 316 direcciones y coordinaciones nuevas en ediciones especiales a todo trapo del Boletín Oficial.
Bueno, ahora Macri está terminando su mandado con un decreto que le da estabilidad por cinco años a jerárquicos que ganaron concursos para evitar que la próxima gestión los cambie. Y además llamó a concurso para casi 4.500 puestos más. El gobierno se defiende diciendo que lo primero se hizo en acuerdo con el gremio UPCN y que, de los nuevos concursos, dos tercios son para pasar a planta permanente a gente que fue designada por Cristina Fernández.
Con Alberto Fernández también se encuentran contradicciones. Acaba de bombardear en la conferencia de la UIA a la actual gestión. “Me dicen que nos van a dejar el gobierno con reservas para seis meses; a mí me daría vergüenza decir eso”.
Es increíble que Fernández diga eso. Después de gobernar 8 años, su vicepresidenta, dejó al Estado con reservas negativas, es más, el Banco Central quedó con el compromiso de vender a futuro miles de millones de dólares que no ya no tenía. Es como que en lugar de un semestre por delante CON reservas dejaron un semestre para atrás SIN reservas. Los dos expresidentes del BCRA que llegaron a eso van a ser premiados. A uno, Alejandro Vanoli, lo va nombrar al frente de la Anses, nada menos. A la otra, Mercedes Marcó del Pont, la va a poner al frente de la Afip, nada menos.
No nos vamos a sorprender a estas alturas de la primacía del doble discurso en la política argentina. Pero sí nos lamentamos. Las designaciones de Macri ensucian a último momento la eliminación de puestos improductivos que hizo en cuatro años: la cantidad de empleados de la administración pública nacional se redujo más de 18%.
Y el discurso de Fernández empaña su honestidad intelectual, dado que él mismo fue un durísimo crítico de la gestión económica de Cristina Fernández y funcionarios como Marcó del Pont y Vanoli. Lejos de sentir vergüenza por ellos, los va a reivindicar nombrándolos.
Sabemos que el discurso político es una madeja de medias mentiras y tercios de verdades. Pero tenemos que tratar de hacer un esfuerzo para que la verdad no muera por completo. Todos tienen que hacerlo. Los que se van, y los que vienen.