Otra vez te engañaron, Pino, y eso que te avisamos (Por Adrián Simioni).

Economía y ambiente

Otra vez te engañaron, Pino, y eso que te avisamos

23/12/2019 | 14:24 | Fernández baja retenciones al crudo y a los minerales a la espera de un boom del fracking y la minería a cielo abierto. La ley de glaciares, en la mira. ¿Qué hará el progreambientalismo del FdT?

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En mayo dijimos en este espacio, Turco, que Pino Solanas estaba a punto de ser engañado de nuevo. El cineasta viene apoyando a todos los gobiernos nuevos, que en campaña le prometen hacerle caso a sus propuestas ambientales reaccionarias y luego, sistemáticamente, lo traicionan.

Ahora, por ejemplo, Solanas apoyó a Fernández. Pero Fernández acaba de reducir en un tercio las retenciones a las exportaciones mineras y petroleras. El gobierno espera que eso desencadene una lluvia de inversiones en el frácking petrolero y en la minería a cielo abierto. Debe ser como una puñalada a la yugular de Pino Solanas.

La rebaja en el petróleo es una burla más al campo, al que no sólo le aumentaron las retenciones en lugar de bajárselas, tal vez tenga que pagar un poco más por el gasoil, del cual es el principal consumidor del país.

En cuanto a la minería, finalmente se están alineando los planetas para empresas como “la Barrick”, la más famosa de las firmas con que tiene pesadillas Solanas. En la Mendoza gobernada por Cambiemos la Legislatura aprobó el uso de cianuro (cosa que Solanas acaba de rechazar), en Chubut hay una movida para dar de baja la ley que prohibió la minería a cielo abierto, la Secretaría de Minería de la Nación fue dada en concesión a la Provincia de San Juan, que es como poner al zorro a cuidar gallinas para el progresismo simplón que se mueve en la galaxia solanista. Cuando se enteren de el secretario de Minería, Guillermo Hensel, quiere flexibilizar la ley de Glaciares les va a dar un patatús.

La verdad: promover la producción de petróleo y gas es una necesidad. El problema era que si a ese beneficio lo hubiera otorgado Macri, Solanas, el ambientalismo más reaccionario y muchísimos de los militantes K habrían montado un escándalo.

Vamos a ver qué hacen ahora el progresismo y el ambientalismo más básico. El que puede darnos una sorpresa es le mismo Solanas: porque si bien está siendo traicionado de nuevo esta vez al menos consiguió que Fernández lo haya puesto de embajador ante la Unesco en París, el sueño húmedo de los progresistas nac&pop más tradicionales. 

Capaz que esta vez Solanas no diga nada. Después de todo, los sueldos de un embajador y los suyos se pagan, entre otras cosas, con dólares que generan los exportadores de petróleo y minerales. Al fin y al cabo, París bien puede valer otro engaño.