Justicia
24/02/2020 | 16:51 | Los tiempos de Insfrán suelen ser largos. Manda desde 1995. Es como si en Córdoba el gobernador siguiera siendo Mestre padre. Con las actuaciones judiciales parece sucederle lo mismo.
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El fin de semana hubo declaraciones explosivas de Alejandro Vandenbroele, considerado por la Justicia testaferro de Amado Boudou en el intento por quedarse con la imprenta de dinero Ciccone. Vandenbroele ha declarado como arrepentido y, como ahora el sistema de protección de testigos pasó de la Justicia al Poder Ejecutivo que controla el kirchnerismo, tiene miedo por su seguridad. Su estrategia para cubrirse ha sido renunciar al programa de protección y ratificar sus acusaciones a Boudou.
Pero, además de Boudou, Vandenbroele hundió al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán. Le dijo a Clarín que el primer trabajo que hizo para Boudou fue cobrar una coima en “el tema Formosa”.
El tema Formosa es el siguiente. En mayo de 2010, The Old Fund, la consultora encabezada por Vandenbroele pero según la Justicia manejada por Boudou, le facturó al gobierno de Formosa 7,8 millones de pesos por asesorar a Insfrán en una negociación con la la Nación para que el Ministerio de Economía, en los hechos, licuara los 320 millones que le debía Formosa. El ministro era Boudou.
Formosa ya había firmado un acuerdo con el antecesor de Boudou, sin pagar asesores. Pero luego Insfrán le pidió a Boudou incluir los intereses. El ministro le hizo caso. Y entonces The Old Fund asesoró a Formosa y cobró, aunque la consultora no tenía ningún tipo de antecedente en la materia.
De hecho, la factura a Formosa fue la tercera que emitía The Old Fund en toda su existencia. Luego, The Old Fund transfirió 2,2 millones de pesos al dueño de una consultora cuyo dueño asumió meses como presidente del Banco de Formosa. Y al resto Vandenbroele lo hizo dólares.
Expertos que conocen a fondo cómo se hacen las negociaciones entre provincias y Nación dicen que en estas instancias nunca se contratan asesoramientos.
Lo curioso es que pese a todos estos indicios, Insfrán jamás habló del tema. Ni la Justicia lo molestó demasiado ni a él y ni a los funcionarios formoseños involucrados. Sólo lo citaron a una indagatoria recién en diciembre de 2017, cinco años después del escándalo. Pero él no respondió preguntas y se limitó a presentar un escrito.
Desde entonces, nada.
Los tiempos de Insfrán suelen ser largos. Gobierna Formosa desde 1995. Es como si en Córdoba el gobernador siguiera siendo el fallecido Ramón Mestre padre. O en Santa Fe todavía gobernara el también fallecido Jorge Obeid.
Además de tiempos largos, Insfrán tiene suerte: los delitos de corrupción pública prescriben a los 12 años y el caso Formosa sucedió hace ya 9. Para cuando Alberto Fernández termine su gobierno, capaz que todo esto no haya sido más que un mal trago.