Nuevo gobierno
03/12/2019 | 15:09 | Alberto Fernández sabe de operadores mediáticos. Para Cristina era el operador de Clarín cuando era su jefe de Gabinete. Y CFK sabe de presiones a la Justicia: le pedía a Parrilli "apretar jueces".
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Falta todavía una semana para que el kirchnerismo retome el gobierno, pero ayer ya sacó con fritas su primer plan: Advertencias para Todos. No es aquel viejo éxito de Guillermo Moreno que se llamó Milanesas para Todos. Pero si con los preavisos no alcanzan podría ser reemplazado por otro plan en carpeta: Bifes para Todos.
Bien temprano, Alberto repartió “albertencias” para los periodistas. A un reconocido investigador de La Nación lo aludió como miserable, lo trató de operador mediático y le dijo que los operadores “se van acabar” en su gobierno.
Más vale tenerlo en cuenta. Fernández sabe de qué habla. Su hoy vicepresidenta expuso sus diplomas muchas veces. En un libro en el que Sandra Russo publicó entrevistas a la expresidenta, Cristina Fernández todavía hoy dice que Alberto, cuando era su jefe de Gabinete, era el vocero del grupo Clarín dentro de la Rosada. En 2011, por ejemplo, CFK mandó a otro Fernández, Aníbal, que era también jefe de Gabinete, a dar más precisiones en una columna que quedó escrita en La Nación. Allí Aníbal dice que Alberto era “una persona al servicio de Héctor Magnetto”, el jefe del grupo Clarín. Así que... ojo. Estamos con un profesional acreditado por su propia ex y/o actual jefa, ya veremos qué es.
Después fue el turno de repartir de Cristina. Sus bolsones de advertencias fueron para jueces y fiscales en general, en las personas de los magistrados que ayer escucharon su alegato y no pudieron hacerle ninguna pregunta porque, según ella, los que van a tener que responder preguntas son ellos, porque, en su opinión, no son independientes y están confabulados o presionados por la prensa y el gobierno de Macri para perseguirla.
Otra profesional, Cristina Fernández. Sabe lo que dice, como quedó claro cuando le explicaba por teléfono a Oscar Parrilli que había que salir a “apretar jueces” y a dar entrevistas “a medios amigos” como parte de su defensa. Y cuando le recordaba a Parrilli en esa misma charla que “los carpetazos” contra los jueces los tenía Antonio Stiusso, exjefe de los espías durante las presidencias de Néstor y de ella misma.
El día terminó con lo que para muchos fue otra advertencia, pero esta vez de Cristina a Alberto, cuando ella les dijo a los jueces que no podían exigirle que supiera en detalle qué había hecho cada repartición durante su gobierno y el de su marido. Tiene razón. La abogada citó incluso la Constitución, según la cual la administración del día a día es responsabilidad de los jefes de Gabinete. “¿Por qué no los llaman a declarar a ellos?”, dijo. Y no va que justo Alberto Fernández fue jefe de Gabinete de los dos. De Néstor y de Cristina. Cuando Lázaro Báez conseguía todos los contratos, por ejemplo, que es lo que se investiga en esta causa, el jefe era Alberto.
Pero parece que no Alberto no lo tomó como una amenaza porque esta mañana salió él mismo a aclarar que Cristina no lo incriminó. Y, para que no nos queden dudas, dijo que el alegato de Cristina “fue un acto de defensa maravilloso”.
Ya saben. Quedan todos “albertidos”. Incluso Alberto.