Alberto sale del placard

Da toda la impresión de que Alberto Fernández comenzó a emanciparse de Cristina Fernández. A salir de placard, a ser él por primera vez. Hasta ahora fue un jefe de gabinete atrapado en el cuerpo de un presidente.

Eligió nada menos que a Martín Guzmán, justamente el ministro más cuestionado por Cristina Fernández, para mandar un triple mensaje.

El primer mensaje es que no va a entregar a sus funcionarios, empezando por el propio Guzmán, que para eso habló en nombre del presidente. No sólo lo ratificó. Ahora Guzmán es el vocero del gabinete.

El segundo mensaje es que no va a cambiar la política por la que optó al llegar a un acuerdo con el FMI. Lo dijo clarito ayer Guzmán para cualquiera que tenga dos dedos de frente: "Hay un programa económico que ha sido definido de manera muy clara y que dice que hay que acumular reservas". Lo primero que hay que hacer para acumular dólares es dejar de emitir pesos. Se terminó, viene a decir Guzmán, el gasto descontrolado que exige emitir pesos. Habrá ajuste. Al menos mientras él esté en el gobierno.

El tercer mensaje es que se terminó el libre albedrío. "Gestionaremos con gente que esté alineada con ese programa", dijo Guzmán, más empoderado que nunca por Alberto. Se terminaron los desplantes de Roberto Feletti o de toda la línea de funcionarios de Energía que autoacuartelada que se resiste a subir las tarifas del gas y la electricidad.

Esto no quiere decir que Alberto los vaya a echar a todos. Eso es lo que quisiera Cristina para tener una buena excusa para abandonar el gobierno. Ella podría decir: "No nos fuimos nosotros. Nos echó él". No quiere ser la Chacho Álvarez de Alberto.

Pero el mensaje ha quedado claro. No hay más pesos para repartir. Hay que gobernar con la escasez. Toda una novedad para el populismo permanente. Ayer se notificaron los primeros de una larga lista. A los piqueteros les dijeron que no hay más un mango. Y lo mismo les dijeron a los cineastas y actores del clientelismo cultural, esos que tanto militaron para Cristina desde los tiempos pródigos de Julio De Vido.

Alberto empezó a salir del placard. Vamos a ver si se anima a ser por primera vez un presidente en el cuerpo de un presidente.