Alberto y Massa inauguraron un tren… ¡que no pudieron usar!

Fue lo más patético de la inauguración del tren a Mendoza. Alberto Fernández y Sergio Massa "llegaron" en el tren, pero no viajaron en el tren, porque es imposible usarlo para nadie que esté mínimamente ocupado en algo. 

El tren había salido de Buenos Aires la noche anterior a las 22. Y ellos lo alcanzaron en helicóptero. Y además llegó CON DOS HORAS DE RETRASO a su propia inauguración.

Inauguraron una puesta en escena, la metáfora de un tren. En su discurso paradójico Alberto mintió cuando dijo: "creyeron que les íbamos a vender una mentira". Efectivamente, lo que inauguraron no es un tren. Es un parque temático.

El tren nació para ahorrar tiempo. Y este es para desahorrar tiempo.

Es un tren que sólo le sirve a gente que no tiene qué hacer con su tiempo y no le importa perderlo, sólo le sirve a una economía de bajísima productividad donde, perder 27 horas, no importa porque el tiempo no vale nada.

Veintisiete horas para llegar sólo a Palmira (faltan 40 kilómetros en realidad para Mendoza), contra 11 horas en auto el trayecto completo Mendoza-Buenos Aires. 

Demora siete horas más que cuando el tren pasó la última vez y nueve horas más que cuando el tren pasó por primera vez. Por eso el tiempo en Argentina va para atrás. Y el miércoles se aplaudió el atraso.

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