Cae el salario -cuando no- pero se recupera más rápido que otras veces

Argentina es poco competitiva. Es cara por lo que ya sabemos: altos impuestos, enorme peso improductivo del Estado, provincias y municipios que viven del empleo público, pobre infraestructura, regulaciones laborales y comerciales cavernícolas y más.

Como ninguna de esas cosas se quisieron o se pudieron atacar a fondo, cada vez que la cosa no daba más, se devaluaba. Fusilar el salario para bajar costos a las empresas y dejar saldos exportables y generar inflación para que el Estado se financiara con el impuesto inflacionario.

Eso fue así también en la transición del gobierno de CFK/Alberto/Massa al de Milei. La devaluación fue alocada. El poder de compra del peso en dólares, al dólar oficial, se licuó a menos de la mitad. Y se llevó puestos los salarios. Obvio. Según la consultora Politikón, el salario en blanco global (privado y público) en junio estaba 8,2% debajo de junio del año pasado.

Pero a todo eso no sólo lo sabemos. Lo experimentamos.

Lo llamativo es que el salario privado en blanco viene recuperándose más rápidamente que en otras devaluaciones. Lo acaba de mostrar el economista Nadín Argañaraz, fundador de la consultora Iaraf, con base a la información oficial de Indec. Los datos de Argañaraz muestran que, de las últimas cinco devaluaciones, la segunda en velocidad de recuperación del salario ha sido la última, esta que todavía estamos sufriendo. Argañaraz explica que, luego de la devaluación de fin de año, el salario privado en blanco perdió de un saque 11,5% de su poder de compra. Llegó al fondo en enero. Luego se estabilizó y desde mayo comenzó a recuperarse. En julio –último dato disponible- quedó 2,6% abajo. Puede que en agosto el salario haya equiparado al de noviembre, mes en el que, de cualquier manera, estábamos ya en la lona.

Si se compara con lo que pasó transcurrido el octavo mes de las demás devaluaciones, sólo la de julio de 2019 mostró una recuperación más veloz. Las de 2001, 2015, 2018 fueron mucho más lentas en la recuperación.

¿Por qué está pasando esto? Una respuesta es que esta vez el Estado está compartiendo el peso del ajuste, mientras que las anteriores ocasiones eso no sucedía. Por eso esta recuperación del salario privado no es la que está experimentando el salario público, que viene corriendo de más atrás.

¿Puede durar esta recuperación del salario privado en blanco? Depende, dice Argañaraz. Depende de que el Estado siga haciendo lo que nunca hizo: mantener el súperavit fiscal, no sólo para bajar el impuesto inflacionario sino los demás impuestos que asfixian al sector privado, y que siga desregulando a la velocidad que lo está haciendo Sturzenegger (por ejemplo hoy con los colectivos y mañana anunciará cambios profundos en normas aduaneras para importar y exportar) siga sin frenarse. El objetivo es hacer lo que no se hizo nunca antes.